
Ariel Lijo dejó trascender, luego que la Corte Suprema rechazara su pedido de licencia al juzgado federal N° 4, que no renunciará a su cargo. Desde su entorno, dijeron que el magistrado espera que el Senado resuelva si aprueba o no su pliego en la próxima sesión.
Fuentes judiciales comentaron a LPO que Lijo advirtió que el máximo tribunal le negarÃa su licencia la semana pasada, cuando Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti le tomaron juramento a Manuel GarcÃa Mansilla. "Se la veÃa venir, estaba cabizbajo", deslizó un colega suyo en Comodoro Py.
La negativa de Lijo a dimitir a su cargo se debe a la precariedad de la designación en comisión que Javier Milei instrumentó por decreto. Si la Cámara Alta no le vota el acuerdo, su mandato como ministro de la Corte culminarÃa el próximo 28 de noviembre y, si llegara a renunciar, se quedarÃa sin su silla en el Palacio Talcahuano y sin el despacho en los tribunales de Retiro.
Por eso, el magistrado tramitó un pedido de licencia que fue aceptado por la Cámara Federal porteña y Mariano Llorens terminó elevándolo a la Corte. Un camarista deslizó ante LPO que la acción de Llorens no habrÃa caÃdo bien entre los cortesanos.
Ahora, Lijo guarda expectativas con su pliego, que ya tiene dictamen de la comisión de Acuerdos. Hasta el 14 de febrero, fecha en la que estalló el Criptogate, el juez federal parecÃa encaminarse hacia la obtención de los dos tercios de los votos en recinto, con el apoyo de 11 senadores peronistas que responden a los gobernadores y la abstención de 6 kirchneristas.
El escándalo de la estafa promovida por el Presidente produjo un cambio de estrategia en el interbloque de UP, liderado por José Mayans y Juliana di Tullio pero comandado en los hechos por Cristina Kirchner. Desde entonces, los peronistas creyeron que no era el momento de entregarle un triunfo polÃtico a Milei y optaron por provocarle un desgaste mayor volteando la sesión en que se aprobarÃa su designación, prevista para el 21 de febrero.
Al cierre de esta nota, era una incógnita qué postura adoptarÃa la oposición con el dictamen de Lijo. Mientras que el radicalismo mantenÃa su reunión de bloque, Cristina habÃa mandado a llamar a todos los senadores para permanecer "concentrados" en el Congreso.
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