Rodríguez Larreta pareció buscar un gesto de autoridad este domingo por la noche y ordenó un segundo operativo de desalojo, ante el arribo de un grupo de militantes de Florencio Varela que llegaron con redoblantes a la puerta de la casa de Cristina Kirchner. 

Luego de negociaciones frustradas y cuando la infantería d ela policía porteña avanzó, los militantes finalmente se fueron y la policía se replegó.

La decisión se tomó luego que Patricia Bullrich expresara públicamente su molestia porque Larreta retrocedió con las vallas.

Este domingo Bullrich criticó la decisión de Larreta de aceptar que los militantes levanten las vallas, expresando una mirada que por lo bajo circulaba en el ala dura del PRO. "A mi me parece que cuando vos ya tomas una decisión de cercar la casa de la vicepresidenta para cuidar a la vicepresidenta y a los vecinos, la tenés que mantener. Si poner las vallas fue un error, la tenés que mantener", afirmó. 

"Hay que apoyar con fuerzas a la policía y la policía se va a cruzar de brazos y no va a hacer más nada", agregó la presidenta del PRO y ex ministra de Seguridad.

Como sea, la decisión de este domingo agrava la tensión entre Nación y el gobierno porteño, luego d ela fragil tregua alcanzada el sábado por la noche. Mas temprano, cuando se conoció el video de los golpes a Máximo Kirchner,  circularon versiones sobre la intención del oficialismo de tomar medidas tendientes a recortar las facultades de la policía porteña.