Apenas un día después del Ãºltimo tedeum del cardenal Mario Poli, donde trazó un crudo panorama social en la cara de Alberto Fernández, el papa Francisco nombró al frente del Arzobispado de Buenos Aires a Jorge García Cuerva, un obispo de 55 años que se venía desempeñando en Río Gallegos y que, entre 2005 y 2014, trabajó en barrios populares de Tigre, muy cerca de Sergio Massa y Malena Galmarini.

"Con los mismos sueños que hace 20 años. Felicitaciones querido Jorge García Cuerva por este nuevo desafío con grandes responsabilidades", lo saludó Massa en redes. En la misma línea fue Galmarini: "¡Felicitaciones mi amigo Jorge! Sensibilidad, solidaridad, dedicación, compromiso y lealtad son tu huella. Batallamos juntos más de una. La Cava, Troncos, San Pablo".

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Según pudo saber LPO de voces del Frente Renovador de Tigre, Jorge tuvo un rol clave en la articulación con el municipio como referente de los barrios donde se desempeñaba. En tiempos de Massa al frente del municipio y con Malena como secretaria de Políticas Sanitarias y Desarrollo Humano, la coordinación con García Cuerva fue importante al momento de llevar adelante el programa de viviendas "Sueños Compartidos".

Es un premio merecido al mejor cura del país.

"Es un premio merecido al mejor cura del país", exageran en el entorno del ministro, que recibió la noticia de la designación de García Cueva con euforia. "Jorge fue un aliado clave en la urbanización de dos barrios, en la construcción de jardines de infantes", recuerdan en Tigre. "Armamos juntos la mesa de contención de violencia de genero y adicciones", agregan en el entorno de Massa.

Massa y el cura Jorge García Cueva, cuando el ministro de Economía gobernaba Tigre.

En todo lo referido a recorrer el barrio, conocer las problemáticas particulares de las familias, que estaban para mudarse y ser adjudicatarias de los planes de vivienda, Jorge era un actor fundamental para oficiar de nexo entre esa comunidad y el municipio.

"Es de esos referentes barriales muy potentes, con mucha inserción", agregó a LPO un dirigente del massimo de Tigre que caminó esos barrios con el flamante arzobispo porteño. "Siempre estaba para la contención, desde abrir la parroquia para funerales en el barrio hasta organizar el traslado de un vecino que necesitaba un tratamiento", recuerdan cerca de Malena.

También lo definieron con "una mirada muy peronista, en materia de derechos, de justicia social, con una acción que excedía su tarea de cura".

"La parroquia es el barrio", fue el lema que en Tigre recuerdan que levantó este cura villero que en 2014 fue trasladado a La Cava, en San Isidro, donde siguió manteniendo un estrecho vínculo con la familia Massa a través del hermano de Malena, Sebastián Galmarini y la madre, la exdiputada Marcela Durrieu.

Jorge tiene una mirada peronista en materia de derechos, de justicia social, con una acción que excedía su tarea de cura.

Luego de La Cava, pasó por Lomas hasta terminar designado como obispo de Río Gallegos, su último cargo antes del Arzobispado de Buenos Aires. En la ceremonia de todos sus nombramientos estuvieron Massa y Galmarini acompañándolo.

Como sea, con el nombramiento de García Cuerva, Francisco avanza en un cambio de perfil en el Arzobispado porteño, con un cura de definida militancia territorial y lejos de la impronta reservada de Poli.