Cristina Kirchner empezó a tuitear y volvió a publicar un documento con diagnósticos sobre la economÃa bimonetaria en medio del desconcierto del peronismo, que permanece en silencio o impotente frente a denuncias de corrupción como la que reveló LPO con el caso de la merluza, la visita a represores o la vigencia del DNU 70.
La jugada está vinculada también a las inquietudes de su base electoral, partida entre los que pretenden que habilite al gobernador Axel Kicillof como heredero y próximo candidato presidencial y los que se encolumnan detrás de Máximo Kirchner, lÃder de La Cámpora, y ponen reparos a esa definición.
La ex presidenta decidió marcar la agenda con una misión para la dirigencia peronista: "ordenar las nuevas demandas para poder alinear pensamiento, palabra y acción". Tal vez ninguno resalte el parecido con aquellas "nuevas melodÃas" reclamadas por Kicillof en plena campaña, para evitar discusiones.
La irrupción de Cristina se da justo cuando el armado del Cuervo Larroque, el ministro social de Kicillof, inicia un proceso de expansión hacia otras provincias argentinas para proyectar al gobernador a nivel nacional.
La oportunidad de las intervenciones de Cristina, desde el tuit contra los que dicen que Victoria Villarruel es peronista hasta el mensaje que lanzó este viernes acusando a Javier Milei de "boludear en las redes", sugieren que su lectura es terminar con la dispersión interna de su espacio. La crisis de liderazgo que quienes la frecuentan aseguran que reconoce en la intimidad la habrÃa motivado a jugar para saldar las tensiones entre su hijo Máximo y Kicillof.
Sin embargo, desde el Instituto Patria dijeron a LPO que "ella está por arriba de las internas". "Esto es un llamado de atención: 'Señores, la discusión no es entre nosotros, sino contra el modelo de Milei'", dijeron, y agregaron que está planteando "una renovación de las formas y contenidos para hacer polÃtica porque quiere ganar las elecciones".
El inconveniente es que la discusión interna ya está lanzada y es un aspecto ineludible de la oferta electoral del peronismo para el 2025.
En ese contexto, no es menor la ruptura silenciosa con la conducción de Máximo, que perdió en el último año una legisladora porteña, Berenice Iañez; un grupo de comuneros, encabezados por Pablo OrtÃz Maldonado y Victoria Colombo, y decenas de unidades básicas en municipios del conurbano bonaerense, disconformes con el lÃder de La Cámpora.
"La ruptura empezó cuando en diciembre de 2022 algunos quisimos militar la candidatura de Cristina y otros quisieron posicionar a Wado", explicó a LPO uno de los dirigentes que se fue de la organización.
La división es más representativa en términos simbólicos que en volumen territorial porque, incluso, quienes abandonaron la agrupación perdieron contratos y recursos que fluÃan bajo el beneficio de pertenecer, algo absolutamente natural en la construcción polÃtica. "El daño ya estaba hecho cuando el Cuervo Larroque, que es uno de los fundadores, se fue y armó La Patria es el Otro", repuso un dirigente peronista.
Tanto Cristina como Máximo se dieron la tarea de contener a los principales cuadros de La Cámpora cuando la desorientación y la angustia amagaban con devorárselo todo. El efecto de la contención no fue total, salvo para quienes tuvieron su mano a mano con la ex presidenta, tal vez una comprobación del consejo que un viejo empresario ligado al PJ suele repetir en privado: "No vayas a hablar con Cristina porque te convence".
Un dirigente de La Cámpora contó a LPO que en el plenario que hizo la agrupación en diciembre osó preguntar a la plana mayor de los presentes, entre los cuales se contaban el propio Máximo y el senador Mariano Recalde, si la organización convocarÃa a movilizar junto a la CGT y los movimientos sociales a Tribunales, en la primera marcha desde que habÃa asumido Milei. "No tenÃan lÃnea, no contestaron, ese dÃa empecé el duelo", dijo el camporista .
El desorden interno tiene también su rebote en el Congreso, donde cada tema parlamentario suele volverse una puja sin que nadie sintetice más que el rechazo al gobierno libertario. "Hay que ver qué hace Kicillof porque hasta que él no defina no se va a cristalizar el rumbo pero, al mismo tiempo, no puede tomar una definición que suponga una confrontación con Cristina", dice una diputada peronista.
Con más picardÃa, un legislador que solÃa reclamarle a Alberto Fernández que rompiera con Cristina reflexionaba este martes frente a sus colaboradores: "¿Se imaginan a Kicillof rompiendo? No. Entonces, lo van a convertir en Daniel Scioli, que terminó siendo el candidato porque medÃa mejor".
La disyuntiva del gobernador bonaerense, en definitiva, representa un desafÃo a la conducción de Cristina nada menos que sobre La Cámpora y el kirchnerismo. Al mismo tiempo, la apuesta de Kicillof por expresar más que los ejes programáticos de Unión por la Patria irritan a los custodios de la narrativa cristinista.
De ahà que el núcleo duro de la agrupación de Máximo acuse al gobernador de "individualista", como una legisladora que manifestó ante LPO que "Axel va a ser el candidato cuando Cristina diga y todos lo vamos a bancar". Entre los que emigraron de La Cámpora, por otra parte, no faltan quienes se refieren a Máximo como "El principito", despectivamente.
La bronca es tan grande que no parece sencillo administrar las pasiones. Quizá por eso, incluso entre los detractores de la ex presidenta emergen voces que plantean que "si la única figura que ordena es la de Cristina, que vaya de candidata en 2025".
Una decisión de ese tipo pondrÃa en aprietos a Kicillof, que difÃcilmente pueda aspirar a disputar la presidencia si no maneja la lapicera para las listas bonaerenses el año próximo. Como anticipó LPO, entre los intendentes también barajan la opción de que Sergio Massa vaya de candidato en 2025 para esquivar la interna entre el gobernador y el lÃder de La Cámpora.
Pero algunos cristinistas, como la senadora bonaerense Teresa GarcÃa, ex ministra de Kicillof, ya arrancaron el operativo clamor para que Cristina vuelva a ser candidata a presidenta. En los últimos dÃas, comenzaron a difundir un video de Andrés Ducatenzeiller en el que el ex presidente de Independiente le pide a Cristina que "juegue a perder". "Cristina, jugátela toda, hermana, ¿sabés lo orgullosa que van a estar tus nietas?", dijo "Duka" y fue replicado por los seguidores de la ex presidenta.
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Ratas! No los voto nunca más.
Lo patético de que si vida política termine así, es otra cosa.
Esperan que ?la jefa? les diga que hacer porque desde sus kioskitos estatales y sus Deptos en palermogolico no entienden un carajo.
Son igual a los libervirgos.
De pensar y que se les caiga una idea? Para que, no?
Pero dificilmente la sra. se preste a ser juzgada por los votos
Nunca más vuelve a ser candidata a nada.