El Consejo Federal de Inversiones permanece en manos del peronismo, a pesar de los intentos de Mauricio Macri para quedarse con el organismo. Por unanimidad, Ignacio Lamothe retuvo la presidencia por cuatro años más.
El CFI es conducido por los gobernadores peronistas desde su creación. Maneja una caja de cerca de 100 mil millones de pesos que se distribuyen entre las provincias argentinas excepto San Luis y la Capital.
Axel Kicillof, Ricardo Quintela y Gildo Insfrán fueron los mandatarios peronistas que buscaban la continuidad de Lamothe. Macri quería a Sebastián De Luca para ese lugar, una elección que no terminaban de digerir algunos gobernadores del PRO.
Nacho Torres armó un bloque de gobernadores patagónicos que incluía a Alberto Weretilneck, Rolando Figueroa, Gustavo Melella y a Claudio Vidal para negociar con más fuerza. Sin embargo, días atrás, se rompió el acuerdo.
Vidal quedó del lado de los radicales y PRO, que lograron sumar a Martín Llaryora. Todos ellos negociaron en bloque sus 10 votos.
Sin embargo, el peronismo consiguió los apoyos de Alberto Weretilneck y de Rolando Figueroa y con eso se aseguró la conducción del CFI.
Para resultar electo en alguna de las primeras dos votaciones, el candidato necesita dos tercios de los gobernadores. Si no los consigue, entonces el secretario general se elige por mayoría simple.
Los radicales, el PRO y Llaryora buscan sumar al directorio a De Luca y a Gastón Douek, socio del consultor Guillermo Seita, para que hagan de contrapeso de Lamothe. A pesar de los rumores, esos nombramientos no están confirmados.
Lamothe, el secretario general comenzó a trabajar en 2008 con Juan Carlos Mazzón, uno de los principales armadores del peronismo. En 2020 ganó por primera vez el consejo.
Otra de las cuestiones que se decidieron en la asamblea del CFI es la reincorporación de San Luis al organismo.
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