El apoyo del kirchnerismo a Silvina Batakis duró poco. Apenas tres días después de que Cristina interviniera para que Alberto Fernández la designe como ministra de Economía, ahora en el entorno de la vicepresidenta se despegan y dicen que responde a Santiago Cafiero y Daniel Scioli.

En el kirchnerismo no cayeron bien los primeros movimientos de Batakis como ministra y ya empezaron a diferenciarse, acaso advirtiendo que la crisis económica se profundizará.

Es por eso que por estas horas reflotaron el pedido de una reestructuración general del gabinete, una idea que se barajó todo el fin de semana pero que no se concretó por resistencia de Alberto y porque la propia Cristina bloqueó el ingreso de Sergio Massa.

Ahora en el kirchnerismo dicen que hay que avanzar en ese sentido e incluso hablan de la necesidad de cambiar al jefe de gabinete. Justamente Juan Manzur es uno de los funcionarios más optimistas por estas horas luego de que logró esquivar su salida del gobierno, lo que el fin de semana parecía un hecho.

Lo que más molestó al kirchnerismo es que una de las primeras jugadas de Batakis fue despegarse de Wado de Pedro, hasta el domingo su jefe directo y quien la había reclutado en el gobierno.

Pero luego de su designación, Batakis enseguida marcó distancia del camporista y volvió a acercarse a Scioli de quien fue ministra en la provincia de Buenos Aires. Pero las fuentes sostienen que desde 2015 la relación entre ambos se había enfriado. La designación de varios ex sciolistas en su equipo, adelantada por LPO, confirma que Batakis se inclina por apoyarse en Scioli y no en el kirchnerismo duro.

Batakis arma su equipo en Economía con ex funcionarios sciolistas 

La flamante ministra también se apoya en Cafiero, el ministro más cercano a Alberto y que también fue clave para el desembarco de Scioli. Según la versión oficial, el canciller fue el encargado de trasmitirle a Batakis la oferta para reemplazar a Martín Guzmán.

Este movimiento de piezas envalentonó a Scioli, que en privado destaca que tiene dos ministerios y se entusiasma con una nueva candidatura presidencial en 2023. El ex motonauta aclara que volverá a presentarse si es que Alberto no va por la reelección.

Además de la bronca por lo que consideran un desplante, en el kirchnerismo dicen que Batakis no tiene volumen político para frenar una crisis muy seria y sostienen que sus primeras declaraciones lo dejan en evidencia. Ponen como ejemplo que la ministra dijo en su primera aparición pública que iba a "intentar hablar" con el FMI.

El análisis que se hace es que la nueva ministra arranca con un escenario muy adverso porque el mercado esperaba otra cosa y ahora será muy difícil lograr calma. Eso sumado a que -según dicen en el kirchnerismo- en las primeras apariciones Batakis salió sin un discurso claro y no anunció ninguna medida. Afirman que eso no fue más que exponer su debilidad.