El juez federal de Santiago del Estero, Guillermo Molinari, se declaró incompetente en la causa que Gerardo Zamora inició contra Silvio Robles, mano derecha del presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti. El magistrado santiagueño dispuso que la causa pase a Comodoro Py.

La actuación del juez sigue la línea del fiscal federal Santiago Simón, que a poco de recibir la denuncia respondió que la misma debía tramitarse en los tribunales federales de Retiro. Se trata de una presentación contra Robles por los supuestos mensajes que intercambió con Marcelo D'Alessandro en medio de la pelea por la Coparticipación.

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Antes de declararse incompetente, Molinari tuvo una actuación por lo menos controvertida. En primer lugar, le dio a Zamora acceso al expediente. Se trata de una irregularidad: a pesar de ser el autor de la denuncia, como se trata de una causa penal, solo pueden tener acceso quienes son parte de la causa, y el gobernador no lo es.

Antes de ceder la causa el juez Molinari tuvo una actuación por lo menos controvertida. Le dio acceso al expediente a Zamora, pese a que era como denunciante no era parte de la causa y por tanto lo tenía vedado. Esto permitió al gobernador publicar en las redes el domicilio particular de Robles.

Uno de los problemas que surgió por el acceso ilegal de Zamora al expediente es que el gobernador santiagueño terminó publicando en las redes el número telefónico y el domicilio particular de Robles. Por eso en Tribunales creen que, además de ganarse la simpatía de Cristina Kirchner, el mandatario buscaba amedrentar a Rosatti a través del ataque a uno de sus colaboradores más cercanos.

Silvio Robles junto a Horacio Rosatti.

Antes de abandonar la causa, el juez incurrió en otra polémica. Envió a la Policía Federal para intimar a Robles a que entregara su teléfono celular. Las fuerzas de seguridad no solo fueron al domicilio de la mano derecha de Horacio Rosatti, sino que también llegaron a la casa donde vive un hijo de Robles, completamente ajeno a la causa.

La denuncia de Zamora pasará a Comodoro Py, en donde el juez Ariel Lijo, que está de vacaciones, tiene otros dos expedientes similares.