El gobierno tuvo que salir a aclarar que "87 héroes" agasajados por Javier Milei por vetar el aumento jubilatorio, pagarán el cubierto en la cena de este martes en la Quinta de Olivos.

Manuel Adorni debió intervenir para tratar de la polémica. La controversia no versó sobre el buen gusto de festejar el veto a un aumento de $13 mil a los jubilados, sino por el costo de los alimentos que se consumirán en Olivos.

El vocero habló de "versiones disparatadas" y aseguró que cada cubierto costaría 20 mil pesos por cabeza, es decir, 7 mil pesos más que el aumento que le vetó Milei a cada jubilado por la mínima. Además, especificó que el pago debía hacerse con tarjeta de crédito.

No está claro si la compra la realizará un particular y recibirá los pagos de los invitados o si se utilizarán alimentos de la provisión presidencial. Tampoco cómo volverá el dinero a las arcas estatales.

Los comensales recibieron una invitación de Karina Milei para las 20.30. En la tarjeta se habla de una "comida que ofrecerá el presidente", pero no se hace ninguna referencia al pago de la comida.

Un diputado libertario se lamentó porque no ser servirán papas fritas, el plato más odiado por el presidente, sino ensalada de lechuga y tomate. El legislador le dijo a LPO que los $20 mil incluirán un plato y una copa de vino. Aquellos que quieran repetir deberán pagar doble. 

María Eugenia Vidal y Cristian Ritondo encabezarán la comitiva del PRO. Diego Santilli deberá decidir entre disfrutar de la velada con Milei o ver el partido de River por los cuartos de final de la Libertadores.

El precio por una cena que incluya entrada, plato principal y postre es al menos un 50% menor a lo que se paga en la zona. A pocas cuadras de la residencia presidencial, una icónica parrilla cuesta 40 mil pesos por persona sin contar el vino, el café o el postre.

Parece poco probable que los 20 mil pesos que pagarán los invitados presidenciales alcancen para cubrir el costo del personal, la luz, el carbón, el postre, el café y el vino que se consuma en el evento. 

"Preferiría ravioles, pero bueno, esto es Argentina", dijo a LPO una diputada que participará de mala gana del encuentro.