Las requisas en los colectivos que dispuso Patricia Bullrich para evitar los piquetes despertaron una ola de indignación entre los usuarios. En Pilar la Gendarmería identificó a los pasajeros de un micro como "piqueteros" y a otro como "posibles manifestantes" y los hizo descender.

La estrategia de Patricia, al filo de la ley, fue impedir que los micros ingresaran a la Ciudad, para eso las fuerzas federales se subieron a revisar los colectivos que pasaban por rutas nacionales.

Para impedir la circulación de los colectivos, las fuerzas federales apuntaron a detalles técnicos que les permitieran cumplir con el mandato de Bullrich.

"Colectivo en infracción. Personal de CNRT [Comisión Nacional de Regulación del Transporte] libera la unidad para que continúe sin pasajeros (manifestantes), los cuales deberán retomar por propios medios", le informó la Gendarmería al Ministerio de Seguridad sobre uno de los micros revisados.

Milei se puso al frente del operativo y fue a la central de la policía para respaldar a Bullrich

"El servicio carecía de contrato y llevaba gente parada y sin lista de pasajeros", dijeron desde Gendarmería a La Nación.

En la Costera Criolla, una línea que une la Ciudad de Buenos Aires con La Plata, también hubo quejas de los usuarios. En ese caso el operativo estuvo a cargo de la CNRT, la comisión nacional que efectúa las revisiones técnicas al transporte, cuyos empleados subieron a los micros para mirarle las caras a los pasajeros. 

"Prefectura para micros del Costera y otras líneas en Dock Sud. Hacen subir a un empleado de la CNRT a mirarle la cara a los pasajeros. La CNRT que nunca está presente para atender los reclamos de los Usuarios ahora está para amedrentarnos", escribieron en la cuenta Usuarios del Costera.