Un ex funcionario porteño es socio en una empresa que vende un software casi idéntico al que desarrolló durante su gestión en la Ciudad. Se trata de Fernando "Bana" Benegas, que tras abandonar la Secretaría de Innovación y Transformación Digital comenzó a trabajar en la empresa Bleett.

Benegas se presenta como "papa de Boti". Es primo de Bárbara Diez, ex esposa de Horacio Rodríguez Larreta y trabajó 9 años en el gobierno porteño, casi siempre bajo las órdenes del actual jefe de Gabinete, Felipe Miguel.

El caso de Benegas es similar al de Victoria Dowling, que pasó a trabajar como gerenta para Lamp Investments, una concesionaria de la Ciudad, tras desempeñarse como Coordinadora General en la Subsecretaría de Proyectos del gobierno porteño. Antes había desarrollado el proyecto de Plaza Houssay que terminó en manos de Lamp Investments.

"Motobot de @motorola_AR #DiaDelPadre", escribió Benegas en su cuenta de Twitter el 19 de junio pasado, a casi un año de haber dejado su puesto en el gobierno porteño. La publicación tiene un corazón rojo que denota la satisfacción del ex funcionario.

Se trata de un desarrollo de Bleett, su nueva empresa, en la que también participan Joaquín Muro y Santiago Lombardi, dos ex Google Argentina y Ernesto Kern, el segundo de Benegas en la Secretaría de Innovación.

"Joaquín Muro y Santiago Lombardi, que habían trabajado juntos en Google y fundado la agencia de marketing digital Frubis, querían iniciar un nuevo proyecto y encontraron en Boti, el desarrollo estrella de Kern, el producto ideal", se explica en una nota publicada por El Cronista el 20 de septiembre de 2021.

Muro y Lombardi crearon Bleett el 12 de diciembre de 2020, cuando la pandemia transformó a Boti en uno de los productos más valorados del gobierno porteño: servía para informar últimas novedades sobre síntomas, prevención del coronavirus y resultados de test.

Al parecer el "desarrollo estrella de Kern" tuvo un alto valor para los socios de Bleett. Cuando fundaron la empresa Lombardi y Muro se repartieron 100 mil cuotas de capital societario. En junio de 2021, cuando Kern ingresó a la empresa, le cedieron 50 mil cuotas, el doble de lo que conservaron los fundadores.

La entrada de Benegas, en agosto de 2021, hizo que el ex funcionario porteño se quedara con 25 mil cuotas de su otrora subalterno, las mismas que pasaron a tener todos los socios.

Fueron varios los encargos que recibió Bleett tras la llegada de Benegas. Además de Motorola, "Bana" festejó el lanzamiento de BotIta, el bot del consulado de Italia en la Argentina y otros desarrollos que no hizo públicos.

"Está en el límite de lo moral, por no decir que lo cruza", explicó un experto en propiedad intelectual a LPO. "En el Estado no hay ‘competencia' ni contratos de confidencialidad como en el mundo privado", sin embargo es llamativo que Benegas haya abandonado su cargo para comercializar en una empresa privada un producto casi idéntico. La gran duda es si el gobierno porteño patentó el bot o no lo hizo. "No puede usar software que haya sido desarrollado en la Ciudad para su empresa", agrega el especialista.

En realidad gran parte del desarrollo de Boti fue realizado por otra start up, contratada especialmente para el "diseño y creación" del "Chatbot BA". A una cotización de 36.80 pesos, el gobierno porteño gastó 176 mil dólares en diciembre de 2018 en los servicios de Botmaker SRL, una compañía creada por un ex empleado de Facebook. Meses más tarde, en marzo y septiembre de 2019, la Ciudad volvió a contratar a Botmaker, en dos ocasiones por el equivalente de 135 mil dólares cada vez. En julio de 2020 el gobierno porteño le pagó 124 mil dólares a la empresa por el mantenimiento del bot.

Las adjudicaciones se hicieron en todos los casos por "exclusividad" del servicio que brinda Botmaker. Tras la salida de Benegas y Kern, la empresa siguió recibiendo contratos por, al menos, casi 100 millones de pesos para mantener en funcionamiento a Boti.

La situación parece grave: Benegas como funcionario porteño contrató a una empresa por casi medio millón de dólares para que desarrolle un producto para el Estado. Cuando el producto comienza a ser utilizado y tiene éxito, el mismo funcionario que pagó con dinero del Estado el desarrollo del producto pasa a formar parte de una empresa que comercializa ese mismo producto.

"Bleett no es proveedora de GCBA. Deje de ser funcionario a fin de julio. Estuve 9 años y dejé cada minuto de mí vida en eso y estoy orgulloso de lo que hice en esos años", se defendió Benegas ante la acusación de un tuitero que vinculaba a Bleett con el gobierno porteño. Sin embargo ahora el "papá de Boti" nunca aclaró cómo se gestaron los nuevos bots que vende Bleett.