Tucumán es una de las provincias más problemáticas para la conformación y la definición de las candidaturas de Juntos por el Cambio, y el acuerdo entre el radicalismo y el PRO por ahora está lejos.
Aunque en ambos bandos aseguran que no habrá ruptura de la alianza opositora, la posibilidad se mantiene latente porque el tiempo pasa y no hay definición pública sobre cómo se definirá la candidatura a gobernador que pelean Germán Alfaro (PRO) y Roberto Sánchez (UCR).
El problema principal es que la provincia no tiene PASO y, según fuentes de Juntos en Tucumán, ya no hay tiempo para organizar a internas. Cuando hubo tiempo, el radicalismo rechazó la interna por temor a perder contra Alfaro, con más estructura y recursos.
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El intendente de San Miguel de Tucumán lanzará formalmente su candidatura el próximo jueves 23 de febrero, un movimiento coordinado con Horacio Rodríguez Larreta. El jefe de gobierno apoya fuerte a Alfaro e incluso le puso a parte de su equipo a trabajar en la campaña -entre otros, al hijo de Tomas Eloy Martínez-, que ya empezó con cartelería en las calles y spots en los medios.
Tanto Alfaro como Sánchez ofrecen a sus rivales internos la vicegobernación, pero los dos lo rechazan. En el radicalismo intentaron una gestión entre Gerardo Morales y Larreta para que bajen a Alfaro, pero nunca se concretó.
Una idea de los radicales es que si Alfaro es candidato, debería entregarles la candidatura a intendente de la capital provincial. Eso sugiere que en la UCR parecen dispuestos a bajar a Sánchez a vice a cambio de quedarse con la candidatura en San Miguel, un eje de poder muy importante. Pero Alfaro rechazó de plano esa idea y mantiene la idea de definir su candidato a la sucesión, que en Tucumán dan por hecho será su esposa, la senadora nacional Beatriz Ávila.
"Si Germán tiene que entregar la candidatura en San Miguel de Tucumán, que Sánchez entregue la de Concepción y Campero la de Yerba Buena", afirman en el entorno del intendente de la capital provincial. Mariano Campero es el radical intendente de Yerba Buena, el principal aliado de Sánchez y negociador con el larretismo.
La crisis de las encuestas: poca gente responde y pierden validez las telefónicas y sondeos online
Fuentes de Juntos por el Cambio indicaron a LPO que en los primeros días de marzo Alfaro y Sánchez (que la semana pasada se reunieron) viajarán a Buenos Aires para firmar la conformación de la alianza tucumana, un paso clave para ahuyentar el fantasma de la ruptura. El 6 de Marzo es el último plazo para firmarla.
Allí se discutirá el método de definición de candidaturas y todo indica que será mediante una encuesta. En cada espacio dicen tener números que los dan arriba. En el equipo de Alfaro además confían en que el armado que tiene en la capital y el este de la provincia es suficiente para superar al radicalismo.
En el PRO nacional coinciden en que la fórmula tiene que ser Alfaro-Sánchez porque el intendente capitalino muerde el voto peronista de Manzur y Jaldo, mientras que el radical es la garantía de retener el voto duro de Juntos por el Cambio.
La definición no parece sencilla porque exige la delicada tarea de encontrar un encuestador confiable para las partes. La semana que pasó hubo un antecedente complejo, Sánchez exhibió una encuesta que le acercaron desde la UCR Nacional, que lo daba primero por una diferencia desmesurada. "Ese trabajo no es serio y se hizo sólo con IVR", la sepultaron desde el entorno de Larreta.
LPO reveló que el rechazo general de la sociedad a la política está complicando al extremo la realización de encuestas y vuelve poco confiables las que se realizan online o sólo con IVR.
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