La naturaleza voraz de MartÃn Llaryora, el gobernador electo de Córdoba, lo lleva a proyectar los distintos escenarios que tendrá el 10 de diciembre, cuando asuma el poder de la segunda provincia y mantenga bajo su órbita la ciudad de Córdoba.
Aunque algunos leyeron que su "pituquitos de Recoleta" fue un punto sin retorno con Horacio RodrÃguez Larreta y Juntos por el Cambio, lo cierto es que el cordobés prefiere que Diego Santilli sea el próximo gobernador de la Provincia de Buenos Aires.
Santilli y Llaryora tienen una larga amistad, cultivada desde cuando ambos compartÃan la mesa juvenil de Ramón Ortega, al final de los años 90, grupo en que también estaban Sergio Massa y Juan Curuchet. De esa época también data la amistad con Bruno Screnci, principal cerebro polÃtico de Santilli.
Volvamos al "Colorado" y Llaryora. La relación entre ambos trasciende la polÃtica: cuando Santilli viajó a Cordoba acompañando a Nancy Pazos, quien como periodista cubrÃa el lanzamiento a presidente de José Manuel de la Sota, el anfitrión fue Llaryora. Luego, Santilli viajarÃa a San Francisco para estar presente en el casamiento de su amigo. Las anécdotas de asados y reuniones se repiten en los últimos 25 años.
"Quienes dicen que Llaryora va a terminar con Massa no entienden de construcción polÃtica", explican cerca del gobernador electo. Más allá de la sociedad que tuvo hace más de una década con Massa, y la buena relación que cultiva, alimentada por permanentes guiños del ministro de EconomÃa, el análisis de Llaryora es polÃtico.
En ese plano, en el entorno de Llaryora analizan con frialdad que un triunfo de Massa y Kicillof en las presidenciales abre un nuevo ciclo liderado por el ministro de EconomÃa, que estira la centralidad del kirchnerismo en el peronismo. En ese escenario, el gobernador electo de Córdoba verÃa muy limitado su espacio de intervención nacional y deberÃa concentrarse, sobre todo, en evitar que Nación discrimine a su provincia en el reparto de los recursos.
La apuesta por Santilli es estratégica para Llaryora. Es una cuenta sencilla: Si cae Kicillof, las chances de Massa de ganar la presidencial se acercan a cero. Sin ellos dos en la cancha del poder que viene, Llaryora se convertirÃa de inmediato en el gobernador peronista más poderoso, y emergido de un peronismo que enfrentó al kirchnerismo en los últimos 15 años, desde "las retenciones que inventó Lousteau", el jefe polÃtico de Rodrigo de Loredo.
"Para la construcción polÃtica de MartÃn, lo ideal es que Santilli gobierne en la Provincia de Buenos Aires y sin Massa en la Nación, no descartamos la conducción del peronismo nacional para Schiaretti, el único gobernador no kirchnerista que tuvo éxito", afirman en el entorno del todavÃa intendente de Córdoba Capital.
Por eso, en lo inmediato hay un "encolumnamiento" con la candidatura presidencial de Schiaretti, con el objetivo de ampliar la representación propia en Diputados y además para marcarle la cancha a los peronistas que amagan en irse con Massa, que tras el triunfo aplastante de Llaryora del domingo pasado, empezaron a recalcular ese movimiento.
Hacia adelante, como anticipó LPO, sigue abierta la posibilidad de un acuerdo con Larreta. "La negociación con RodrÃguez Larreta tiene como norte generar mejores condiciones para la gobernabilidad, un esquema de baja de las retenciones y, en el plan de gobierno, la redistribución de los subsidios a las tarifas", anticipan en el entorno de Llaryora.
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Fue la peor elección del peronismo cordobés en años.. y solo ganaste por una buena gestión en capital.
en el caso del peronismo: MENEMISMO
y si precisamente el "peronismo" es derrotado en 2023 es x:
TENER D CANDIDATO A UN UCD: unio CENTRO democratico
SIGAN CAGANDOSE EN EL PERONISMO, Y VAN A ESTAR MIRANDO DESDE LA TRIBUNA X MUCHOS AÑOS, tienen el espejo del radicalismo.....