Narcotráfico
Policías de CDE se quedaron con un cargamento de cocaína y lo tuvieron que devolver porque era del PCC
Medios esteños hablan del secuestro de una importante carga que tenía como destino Brasil. Los agentes habrían retenido la droga y obtenido una suma millonaria, pero la devolvieron por las amenazas del PCC.

Una supuesta operación de robo de un cargamento droga por parte de agentes policiales, conocida popularmente como "mexicaneada", fue revelada este martes por el medio La Jornada de Ciudad del Este. Según el portal, tres agentes se habrían alzado con unos 430 kilos de cocaína de alta pureza en noviembre de este año.

El hecho habría tomado, sin embargo, un giro peligroso para sus protagonistas, debido a que la droga pertenecería al Primer Comando Capital (PCC), el mayor grupo criminal de la región. De acuerdo a la publicación del medio esteño, los agentes policiales, entre ellos un subcomisario, una oficial y un oficial retirado -hecho de por sí irregular- habrían detenido a un ciudadano brasileño con la droga y le habrían exigido la suma de 1 millón de dólares para liberar la mercancía, que tenía como destino Brasil.

Un grupo armado ataca una base militar argentina y sospechan de una banda paraguaya

El brasileño habría conseguido el dinero tras algunos días y habría sido despojado de este, sin que le sea devuelta la droga. Ante esta situación, el hombre habría comunicado la situación a los dueños de la carga, que resultó ser el mismo PCC.

Los agentes policiales, entre ellos un subcomisario, una oficial y un oficial retirado -hecho de por sí irregular- habrían detenido a un ciudadano brasileño con la droga y le habrían exigido la suma de 1 millón de dólares para liberar la mercancía, que tenía como destino Brasil

A partir de ese momento, el grupo criminal habría comenzado a amenazar de muerte a todos los involucrados en la incautación y, en particular a los policías que consumaron la jugada, quienes incluso habrían devuelto la mitad del dinero robado. Pese a esto, las amenazas continuaron hasta que llegaron a oídos del comandante de la Policía Nacional, Carlos Benítez, que ordenó el desmantelamiento de la cúpula implicada con el robo y su traslado a Asunción para someterse a una investigación.

Enrique Riera, ministro del Interior. 

En cuanto al agente retirado, el mismo ya había sido dado de baja de la institución, pese a lo cual siguió operando como policía activo. Esta situación dejó en evidencia la falta de control de los altos mandos policiales en el Este, donde impera la corrupción e incluso la cooperación con las organizaciones criminales, que en algunos casos se muestran más poderosas que las propias instituciones públicas.

El grupo criminal PCC habría comenzado a amenazar de muerte a todos los involucrados en la incautación, y en particular a los policías intervinientes, quienes incluso habrían devuelto la mitad del dinero robado

Este hecho coincide además con la expansión del grupo criminal brasileño PCC en la Triple Frontera, con una penetración que alcanza incluso a la provincia argentina de Misiones. Apenas ayer, un grupo comando, supuestamente de origen paraguayo con supuestos vínculos con el PCC, atacó una unidad de la Infantería argentina en la localidad de Eldorado, donde asesinaron a un agente y se robaron armas largas.

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La policía de esa localidad apuntó a la banda liderada por Rodrigo Leonel Centurión, alias Chela, cuyos "soldados" habrían ingresado ilegalmente y armados al territorio argentino el pasado 20 de diciembre. Según los investigadores argentinos, el tipo de armas robadas coincide con las utilizadas por el PCC, organización que controla el tráfico de drogas en Paraguay y que ya habría ingresado a la provincia argentina. Medios de ese país señalan que el PCC está traficando marihuana y cocaína mediante el empleo de avionetas que "bombardean" estancias de la zona con pequeñas cagas que luego son recogidas por tierra y transportadas hacia los puertos de Rosario y Buenos Aires.

Estos hechos también coinciden con la reciente publicación del Washington Post que calificaba a la hidrovía Paraguay- Paraná como la superautopista de la cocaína. La investigación analizó la actividad en esta importante vía fluvial de más de 3.000 kilómetros y más de 150 puertos a lo largo de u recorrido por Bolivia, Brasil, Paraguay y Argentina, desde donde miles de buques contenedores transportan millones de toneladas de mercaderías, entre las cuales está la droga blanca.

La publicación se hizo eco además de la reciente crisis en la cooperación entre a Oficina de Control de Drogas (DEA) de EEUU y la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) que, considera, interrumpiría investigaciones importantes sobre el narcotráfico y sus vínculos con la política.

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