Este viernes, una comitiva fiscal encabezada por Ingrid Cubilla, agente de la Unidad Especializada de Lucha contra el Narcotráfico y Crimen Organizado, acompañada por personal de la Senad, allanó la Comisaría 11° de Karapa'i, en Amambay, donde detuvieron a un suboficial inspector de la Policía, Cristino Silvero, sindicado como un topo de la organización criminal atacada diez días atrás en la Operación Turc.

Según la Fiscalía, el detenido habría prestado ayuda crucial para la fuga de Ismael Obregón, líder del grupo criminal atacado el 17 de septiembre. La fiscal confirmó que el oficial prestaba servicios en la comisaría en esa fecha y, al tener conocimiento del procedimiento, se comunicó con narco para alertarle de la presencia de la comitiva fiscal. Esto fue corroborado con elementos técnicos que serán utilizados para el procesamiento en su contra.

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"La comunicación se realizó a las 5:35 horas, mientras que la hora de ingreso del personal de Senad y a comitiva fiscal fue a las 5:39 horas. Con solo cuatro minutos, permitió que el objetivo principal de esta estructura criminal se de a la fuga", explicó. De acuerdo a la fiscal, no era la primera vez que el oficial habría colaborado con la organización, sino que se trataba de una comunicación permanente.

La comunicación se realizó a las 5:35 horas, mientras que la hora de ingreso del personal de Senad y a comitiva fiscal fue a las 5:39 horas. Con solo cuatro minutos, permitió que el objetivo principal de esta estructura criminal se de a la fuga

La Operación Turc, que debe su nombre al principal líder de la organización, conocido como "Turco" -imputado y con orden de detención pendiente-, realizó una serie da allanamientos conjunto en los departamentos de San Pedro y Amambay contra una banda que se dedicaba a la producción de variedades "premium" de marihuana para el mercado brasileño, particularmente a la ciudad de Salvador Bahía, en el estado de Bahía.

La operación forma parte de una colaboración conjunta con la Policía Federal de ese país y una investigación de aproximadamente ocho meses para la identificación de los productores paraguayos de una variedad de marihuana con alta concentración de THC, el componente psicoactivo de la droga, que eleva su precio en el mercado brasileño.

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Carlos Benítez.

Ministerio de Interior

Las filtraciones desde las propias fuerzas de seguridad se dan al mismo tiempo en el que la Senad, el Ministerio Público y la Fuerza Aérea iniciaron la fase 47 de la Operación Nueva Alianza con la Policía Federal de Brasil para el ataque a estructuras criminales dedicadas al cultivo de marihuana en el interior de la Reserva Natural Morombi en el vecino departamento de Canindeyú.

Las operaciones, iniciadas el miércoles, consistirán en diez días de incursiones aéreas y terrestres con el objetivo de desactivar una serie de campamentos y cultivos de la droga, controlados por facciones criminales brasileñas, sobre todo el Primer Comando Capital (PCC). En la primera jornada se allanaron 5 campamentos, se destruyeron 25 hectáreas de cultivos y más de 1.250 kilos de droga lista.

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En una fase anterior de la Operación Nueva Alianza, la Policía Federal de Brasil había informado en junio sobre la destrucción de más de 500 toneladas de marihuana, el desmantelamiento de 91 campamentos y la destrucción de casi 160 hectáreas de plantaciones de la droga, un golpe de un valor estimado en US$ 15.5 millones.

En una fase anterior de la Operación Nueva Alianza, la Policía Federa de Brasil informó en junio pasado la destrucción de más de 500 toneladas de marihuana, el desmantelamiento de 91 campamentos y la destrucción de casi 160 hectáreas de plantaciones de la droga, un golpe de un valor estimado en US$ 15.5 millones

Según datos proporcionados por los organismos de seguridad, el PCC habría iniciado su avance hacia territorio paraguayo a partir de 2010, primero como zona de "descanso", para luego copar el tráfico de marihuana a Brasil mediante el control de prácticamente la totalidad de las más de 7.000 hectáreas cultivadas en Paraguay, con epicentro en Amambay.

Actualmente, ocho de cada diez kilos de la marihuana que se cultiva en Paraguay van a parar al mercado brasileño, sobre todo a Río de Janeiro, mientras que solo el excedente va a parar al mercado interno paraguayo y a otros países vecinos como Argentina y, luego, al resto del mundo.

El Informe Mundial sobre Drogas de las Naciones Unidas del año 2022 había ubicado a Paraguay entre los mayores productores de marihuana en América, puntualizando a Amambay como punto crítico, donde se concentraba el 70% de la producción.