
Minutos después del mediodía hora española, Gianina García Troche se entregó a la Policía en el aeropuerto de Barajas, Madrid. La esposa del capo narco Sebastián Marset, considerado como el líder de la banda de tráfico internacional de cocaína desarticulada en el operativo A Ultranza, venía de los Emiratos Árabes Unidos.
Según se sabe hasta ahora, Troche se había entregado voluntariamente al descender de un avión de la aerolínea Emirates, proveniente de Dubái, donde parte de la familia permanecía prófuga de la justicia. En Paraguay, los abogados de la familia dijeron que la mujer estaba cansada de actuar como una fugitiva, por lo que había tomado la decisión de hacer frente a las autoridades.
Tras ser puesta a disposición de la Interpol, se comunicó sobre su captura al gobierno uruguayo, dado que la mujer había presentado pasaporte de ese país. Enrique Riera, ministro del Interior, que esta mañana se encontraba en Buenos Aires para participar de actividades vinculadas al 30 aniversario del atentado a la AMIA, se reunió con su par uruguayo, Nicolás Martinelli. Los dos se enteraron casi al mismo tiempo.
La entrega sorprendió a los medios uruguayos porque la familia había obtenido recientemente la homologación de los pasaportes de sus hijos menores de edad para poder anotarse al colegio en los Emiratos Árabes Unidos. Riera confirmó además que esta misma mañana puso la información en conocimiento del fiscal general Emiliano Rolón y del fiscal de Asuntos Internacionales, Manuel Doldán, que en estos momentos realizan toda la preparación de la documentación para solicitar la extradición de Troche.
El ministro aseguró que Martinelli prometió no poner ningún obstáculo, ya que Uruguay es el país de origen de la detenida, para el proceso de extradición. De hecho, Paraguay es el único país que tiene una orden de captura internacional contra la esposa del capo narco uruguayo, emitida por la jueza Rosarito Montanía, por la participación de Troche en el esquema de empresas relacionadas con el tráfico de cocaína a Europa y África descubierta en el operativo "A Ultranza".
Según consta en el expediente de "A Ultranza", García Troche había participado de la constitución de Total Cars, nombre de fantasía de Grupo San Jorge, empresa que formó parte del esquema de lavado del dinero producto del tráfico de cocaína. Este hecho había intentado ser desmentido por el propio Marset, quien dijo que solo firmó los documentos pero que nadie de su familia había paticipado de sus actiidades.
A fines del año pasado Diego Marset, hermano de Sebastián, fue capturado en Foz de Iguazú cuando pretendía asistir al nacimiento de su hijo. Finalmente la Justicia de Brasil lo liberó pese a la presión de Paraguay y Bolivia al considerar la autenticidad de su documentación brasileña que frenó cualquier posbilidad de su extraditación, dada legislación de ese país para su connacionales.
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La semana pasada, Federico Santoro, mano derecha de Marset, fue extraditado a Estados Unidos tras un año de proceso y a raíz del reclamo de la justicia norteamericana. Santoro habría usado el sistema bancario de ese país para movilizar el dinero proveniente del tráfico de drogas.
Investigadores del caso señalaron, sin embargo, que pese a todos estos golpes, el tráfico internacional de la cocaína andina desde Paraguay sigue intacto y que los grupos criminales que manejan el negocio son varios. "Caen unos, pero quedan otros", señaló una fuente a LPO y agregó que solo en el Chaco hay más de 1.500 pistas clandestinas que a diario reciben vuelos con cargas de entre 300 y 400 kilos de cocaína. "¿A donde va toda esa droga?", cuestionó.
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