Un operativo en conjunto entre el Departamento contra el Crimen Organizado de la PolicÃa y la FiscalÃa, con la colaboración de la PolicÃa Federal de Brasil, desarticuló este miércoles una banda implicada en el tráfico ilegal de armas al mercado negro brasileño, bajo el mismo esquema del grupo encabezado por el argentino Diego Dirisio, desarticulado en diciembre pasado durante la Operación Dakovo.
En allanamientos simultáneos en Asunción y Fernando de la Mora se detuvo a al menos tres personas: Estela Colmán Otazú (51), Pablo César Colmán BenÃtez (53) e Isabelino Jiménez (62). Además se logró la incautación de 49 fusiles y 70 pistolas, rifles, escopetas, además de celulares, notebooks, dinero en efectivo y documentos.
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Según los investigadores, los detenidos estarÃan vinculados con la desaparición de alrededor de 2.500 armas que habrÃan sido importadas de forma legal al Paraguay, pero que luego desaparecieron sin que haya sido informada su venta a la Dirección de Material Bélico (Dimabel) en Paraguay.
El esquema, de acuerdo a la FiscalÃa, utilizaba empresas de fachada para la importación de las armas. Entre ellas se menciona una conocida firma de importación de vehÃculos usados, "Carros VÃa Chile", que habrÃa ampliado su rubro a la importación de armas y que era representada legalmente por Estela Colmán Otazú.
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A esta se sumaban las armerÃas "19 de marzo", cuyo representante legal, Celso Rubén Vera Portillo, estarÃa prófugo y habrÃa huido a España, y "Santa Rosa de Lima", que figuraba a nombre de Isabelino Jiménez. Se trata de un hombre que vive en estado de indigencia y que se dedica al lavado de vehÃculos en el microcentro de Asunción. A su nombre se habrÃan realizado operaciones comerciales por casi US$ 2 millones.
El operativo surgió luego de la incautación por parte de la PolicÃa Federal de Brasil de varias de las armas importadas por estas firmas en Paraguay y que fueron encontradas en manos de los grupos criminales brasileños. Por el alcance del negocio, la PolicÃa paraguaya no descarta que el esquema involucre a más personas, entre ellas a algunas que pudieron brindar protección polÃtica a la organización que heredó parte del negocio desarticulado con Dakovo.
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El comisario Luis López, jefe del Departamento contra el Crimen Organizado de la PolicÃa, precisó que entre las armas que habrÃan estado importando, inclusive armas de guerra, como algunas calibre 5,56, munición estándar utilizada por las fuerzas de la OTAN.
Según datos de la PolicÃa Federal brasileña, Paraguay sigue siendo el principal proveedor del mercado ilegal de armas cortas. Las autoridades policiales de Brasil calculan que el 50% de estas armas, que ingresan a su paÃs y que abastecen a los grupos criminales -mayoritariamente al PCC y al Comando Vermelho, aunque también a las más de setenta facciones que operan allÃ-, lo hacen desde la frontera paraguaya. El principal factor que alentó a estos grupos a convertir a Paraguay en el corazón del tráfico regional de armas, asà como de otras mercancÃas ilÃcitas, es la debilidad institucional.
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Hace tiempo que investigadores locales e internacionales vienen denunciando que al igual que con otros crÃmenes de naturaleza trasnacional, en Paraguay opera una red que tiene su articulación pública con polÃticos y funcionarios que brindan protección, una privada con empresarios y firmas que dan fachada al negocio, a la que se agrega una tercera pata, es decir, la que pone la articulación criminal que ejecuta el "trabajo sucio" del tráfico.
Tras la Operación Dakovo, el Ejecutivo habÃa suspendido la importación de armas, tras un acuerdo con Brasil para frenar el contrabando hacia ese paÃs y recién en febrero de este año anunció la reglamentación de la ley de armas, tras lo cual se habÃa abierto la posibilidad de volver a permitirla.
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