La detención de un joven agente penitenciario que intentaba introducir un importante cargamento de cocaína en la Penitenciaría Nacional de Tacumbú significó un importante golpe a la credibilidad del "nuevo modelo penitenciario" promocionado por el ministro de Justicia, Rodrigo Nicora.

El funcionario, perteneciente a la reciente camada de egresados promovida por Nicora, como una "nueva generación", con "un chip distinto", fue capturado en un control rutinario, y dejó en evidencia las profundas fisuras que persisten en el sistema.

El incidente ocurrió aproximadamente a las 06:50 horas, cuando el guardia cárcel se disponía a iniciar su guardia. Durante la inspección de rutina realizada por sus propios compañeros, se detectó que el termo de tereré que portaba tenía un peso anormal.

Según informaron oficialmente, el agente ya estaba siendo monitoreado por conductas sospechosas. Al verificar el recipiente, que no contenía agua, las autoridades descubrieron un doble fondo que ocultaba la droga.

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Las autoridades identificaron al detenido como Félix Antonio Rodríguez Almirón, de 25 años, y reportaron la incautación de 1,7 kilogramos de la droga. Según informaron, el golpe significaría una pérdida de alrededor de 90 millones de guaraníes, dado que dentro del penal el gramo de cocaína puede llegar a costar 50.000 guaraníes. 

Según informaron oficialmente, el agente ya estaba siendo monitoreado por conductas sospechosas. Al verificar el recipiente, que no contenía agua, las autoridades descubrieron un doble fondo que ocultaba la droga.

El agente detenido forma parte del grupo de funcionarios recién egresados del curso impartido en el Comando de Artillería de Paraguarí, que fue presentado por el ministro Nicora como el pilar de su reforma, compuesto por jóvenes "incorruptibles" que transformarían el sistema desde adentro. Rodríguez Almirón, con menos de un año de servicio, encarnaba esa promesa.

Oscar González, ministro de Defensa.

Un similar episodio se había registrado a inicios de agosto en la misma penitenciaría, cuando otro agente, aunque de la "vieja guardia", había sido descubierto al intentar el ingreso de droga en un termo de mate, bajo la misma modalidad.

Estos hechos representan un claro retroceso en la narrativa instalada por el Gobierno de Peña respecto del control que el Estado tiene sobre la Penitenciaría Nacional, núcleo central del Clan Rotela, organización supuestamente desmantelada con la Operación Veneratio.

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La infiltración de las organizaciones criminales en las academias de fuerzas de seguridad tampoco es nueva. En junio de 2024, cadetes del Liceo Militar había posado en fotografías haciendo poses representativas del "Clan Rotela". Pese a lo significativo del caso, el ministro de Defensa, Óscar González había minimizado el hecho al calificar la actuación de los estudiantes como una "broma".

La gestión de Nicora vuelve a recibir otro golpe a su credibilidad menos de un mes después de que juezas de ejecución penal hayan denunciado la existencia de celdas vip en el área antigua del Penal de Emboscada. Entre los beneficiarios del trato preferencial existían vinculados al Operativo A Ultranza. En aquella oportunidad, Nicora cuestionó a las magistradas por, supuestamente, haber frustrado una investigación sobre el otorgamiento de estos privilegios y defendió al director del penal, al que finalmente cambió.