
Hugo Velázquez insiste en que las sanciones de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de Estados Unidos en contra es parte de una campaña orquestada por sus enemigos polÃticos y apuesta porque la administración Trump le devuelva su visa para volver al ruedo. Desde el entorno del exvicepresidente de Mario Abdo BenÃtez confirmaron a LPO que el "Toro" no descarta la revancha de cara a 2028.
Velázquez reveló que está "en conversaciones con actores clave del nuevo gobierno del presidente Trump" que se mostraron interesados en "establecer una nueva colaboración sólida" con Washington a cambio de rever las penalidades que pesan sobre él y sus aspiraciones electorales. En otras palabras, el exnúmero dos del gobierno anterior quiere limpiar su imagen antes de lanzarse a la carrera presidencial.
Según explicó su equipo, Velázquez ofreció a Trump una hoja de ruta que versa sobre el intercambio comercial, inversiones a largo plazo, proyectos estratégicos conjuntos, fortalecimiento democrático, lucha contra el narcotráfico y estabilidad regional (el exvice puso el foco en México y en el horizonte hay un viaje previsto a ese paÃs), cuestiones que están en la agenda de Marco Rubio, secretario de Estado norteamericano.
"Biden quiso sacarlo de la carrera (en 2023) porque Hugo no comulgaba con sus ideas. Pero eso se va a resolver. Vamos por buen camino. El Ministerio Público de Paraguay le preguntó al Departamento de Justicia de dónde habÃan salido las acusaciones del embajador (Marc Ostfield). Lo único que envió el Departamento de Estado fue lo que leyó el embajador. Es lo único que hay", dijo a este medio un allegado a Velázquez sobre la desestimación de la FiscalÃa.
En agosto de 2022, la administración Biden impuso sanciones contra Velázquez por supuestos nexos con el crimen organizado y Hezbollah y "su participación en actos de corrupción significativos, incluido el soborno de un funcionario público y la interferencia en procesos públicos", de acuerdo al comunicado del Departamento de Estado, entonces en manos de Antony Blinken.
Velázquez sueña con una foto donde aparezca con su visa en territorio estadounidense: acaso el mayor gesto de desagravio en su estrategia por recuperar la centralidad polÃtica. Su entorno asegura que la "dirigencia lo está esperando", en alusión a la competencia por 2028. Si bien Marito apoya la precandidatura de Arnoldo Wiens -considera de prematura por no pocos colorados dentro y fuera de la disidencia-, Velázquez está dispuesto a retomar su proyecto presidencial porque cree que tiene mayores chances.
Pero el exvicepresidente, repiten sus allegados, no está apurado. Primero tiene que venir el levantamiento de las sanciones -que su equipo ya de por hecho- y luego pasar las municipales de 2026. Velázquez cuenta con fuerza propia y arrastre entre las bases, mientras Wiens "no genera expectativa en la dirigencia del partido porque no conoce a nadie", según un aliado de Velázquez.
Velázquez quiere pausar la candidatura de Wiens para poder jugar en la interna disidente
En el plan de Velázquez está reunir a la disidencia, a los cartistas descontentos y hasta sectores de la oposición. Lo cierto es que la han ofrecido volver al Senado, presidir la cámara y hasta algún cargo en un eventual gobierno de tinte abdista. A diferencia de Marito, Velázquez puede presentarse como candidato en 2028, aunque aclaran que jugará para la disidencia incluso si él no consigue hacerse con la chapa.
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