El embajador de los Estados Unidos en Asunción, Marc Ostfield, aseguró este viernes que continúa con su misión en Paraguay un mes después de que el Gobierno pidiera acelerar su salida. Ostfield se encargó de aclarar que las relaciones con Paraguay siguen en términos amistosos, pero lo cierto es que el anuncio se da a menos de 24 horas de la foto entre Santiago Peña y Joe Biden.
Esta semana, el presidente aterrizó en Nueva York y consiguió su foto con su par estadounidense. Mientras que el ala dura de Honor Colorado continúa martillando contra la cooperación entre Paraguay y Estados Unidos a través de la USAID, la Agenda 2030 (ahora rebautizada como Pacto del Futuro) y la famosa "agenda globalista", Peña mostró su intención de permanecer alineado con la administración demócrata.
Santi consigue la foto con Biden y condiciona al cartismo
A la par, Ostfield siguió activo en Asunción. "Continúo en mi rol de embajador en Paraguay. Paraguay es un socio, amigo y aliado de los Estados Unidos. Seguiré trabajando para combatir la impunidad, el crimen organizado y la falta de transparencia", desafió el embajador, en una clara alusión a los políticos colorados bajo la mira de Washington.
Las tensiones entre el embajador y el oficialismo tuvieron como resultado un pedido de la Cancillería paraguaya para que Biden apurase el reemplazo de Osfield, quien debe salir del cargo cuando el Senado de Estados Unidos confirme a Gabriel Escobar, ya designado. Ostfield sostuvo que aún tiene mucho que hacer en Paraguay y de forma sutil se plantó.
El cartismo hace rato que eligió al embajador como una especie de enemigo político, primero por las designaciones y sanciones contra Horacio Cartes y luego por recrudecer las medidas contra Tabesa. El sustituto de Ostfield es Escobar, funcionario de carrera en la diplomacia estadounidense, con experiencia en países de Europa y África. Escobar no tendría un perfil tan distinto al de Ostfield, pero sus especialidades están más relacionadas con la investigación antilavado, seguridad y cuidado ambiental.
Lezcano se suma a Blinken y le pide a Maduro que hable con la oposición
Lo cierto es que las declaraciones de Ostfield prometen prolongar la puja entre la Casa Blanca y el sector más ortodoxo del cartismo, que insiste con la persecución política y judicial contra el líder del movimiento. Para Peña se trata de un problema, ya que el Gobierno busca descomprimir con la administración Biden y enfocar el vínculo bilateral en los temas que preocupan a Estados Unidos.
En el Gobierno tampoco pasó desapercibido el momento que eligió Ostfield para anunciar su continuidad. Si bien el Senado estadounidense pateó para adelante la definición de sus misiones diplomáticas, algo que Ostfield no puede manejar ni prever, el embajador volvió a agitar las aguas justo cuando Peña se encuentra en Nueva York, donde mantuvo reuniones con altos funcionarios del Departamento de Estado y fue recibido por el propio Biden.
En cualquier caso, las palabras de Ostfield reflejan el apoyo de la Casa Blanca y el Departamento de Estado. En Washington lamentaron que el embajador tuviera que viajar a Buenos Aires para anunciar la donación de equipos informáticos por parte del FBI a Argentina y Paraguay, cuando el acto podría haberse realizado en Asunción. Frente a ese vacío, Biden dio un espaldarazo a su representante.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.