Santiago Peña abrió un nuevo frente de conflicto en su gobierno, ahora con el Instituto de Previsión Social, a través de la desvinculación de 600 funcionarios, de los cuales 385 son médicos, muchos de ellos especialistas. El argumento del gobierno es un informe realizado por la institución que demostrarÃa que estos funcionarios eran planilleros o tenÃan baja productividad. El organismo decidió no renovarles los contratos.
Los trabajadores, según indicaron desde el IPS, tenÃan contrato vigente con la institución hasta el pasado 31 de diciembre, y con el vencimiento, estos ya no fueron renovados. Si bien el gerente de Salud, Carlos MorÃnigo, sugirió la posibilidad de la recontratación de varios de ellos, atendiendo a la epidemia de dengue, la sospecha de los sindicatos es que la maniobra será aprovechada para contratar a leales al gobierno.
Sergio Lovera, del Sindicato de Profesionales del IPS (Sipradips), aseguró a LPO que esta serÃa la maniobra del oficialismo, apretado en otras instituciones como el Congreso, donde están viendo más complicada la contratación de sus cercanos con el destape de los llamados "nepo babies". Lovera señaló que la verdadera razón para descontratar a 600 funcionarios es para "dejar espacio" para contratar a su gente.
"El trasfondo son fines polÃticos, ellos están liberando rubros a los efectos de nombrar pedidos polÃticos, personales administrativos, que realmente son inproductivos para el IPS", dijo Lovera a este medio. "Sacan a diez o veinte especialistas y le meten a recomendados, secretarias, amigas, amantes", criticó.
La desconfianza de los sindicatos se suma además al control que ahora tiene el gobierno de la caja del IPS mediante la Superintendencia de Pensiones y Jubilaciones, que piensan contrarrestar con una acción de inconstitucionalidad. Para los gremios, la aprobación de esa ley es contraria a la Constitución, por lo que tanto los parlametarios como el propio presidente incurrieron en una violación. "Ahora por decreto quieren manejar todo esto, para meter cupos polÃticos", remarcó Lovera.
De concretarse las sospechas de los sindicatos, el servicio de salud del IPS se verÃa seriamente afectado, en plena epidemia de dengue y el aumento de casos de Covid registrados en las últimas semas. A esto se suma la cantidad de pacientes que tienen agendadas con mucha anticipación cirugÃas programadas y que con esta medida deberán volver a reprogramar.
Los gremios consideran además que detrás de esto habrÃa una intención de obligar al IPS a tener que tercerizar algunos servicios, atendiendo a la necesidad de los pacientes, lo que singificarÃa un nuevo gasto para la institución y un deterioro en la prestación de servicios. "Los afectados no son solo los especialistas, sino nosotros los cotizantes", aseguró el gremialista.
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