La secretaria de la Juventud, Salma Agüero, defendió el envío de sus funcionarios a la Agrupación Especializada, donde estaban detenidos los manifestantes de la movilización del domingo. Pero los emisarios de Agüero llegaron cuando los jóvenes estaban a punto de ser liberados por orden de la Fiscalía. Fiel a su estilo, la militante cartista dijo después que su intención era "verificar esas mentiras que estaban diciendo ciertos sectores políticos". 

Este martes a la tarde, Agüero compartió en su cuenta de Instagram una historia con la imagen de cartel donde se leían consignas relacionadas con la marcha para desacreditar la represión policial desatada contra la "Generación Z".

Agüero dijo que la oposición buscaba "incidentar" la protesta, en la misma línea que el comandante Carlos Benítez y el viceministro Óscar Campuzano, y mencionó a un candidato a concejal "efrainista" que, según ella, intentaba instigar a la policía.

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Dentro de la Agrupación Especializada, dos enviados de Agüero fueron escrachados por los detenidos. Los acusaron de haber ido únicamente para "figuretear", como se evidencia en un video grabado en el lugar. La militante ultraderechista negó que hayan buscado sacar rédito al ir a presenciar la situación de los jóvenes, una posibilidad para entonces imposible: la Secretaría llegó tarde y su titular salió a criminalizar a los manifestantes. 

Enrique Riera.

El historial de Agüero sugiere que su designación como secretaria estuvo más vinculada a su lealtad política que a su experiencia en gestión pública. Fue nombrada para el cargo a mediados de 2023, sin haber completado sus estudios de Derecho en la Universidad Nacional de Asunción y, por ende, sin un título profesional.

Su trayectoria previa se desarrolló principalmente en la política partidaria, donde se desempeñó como jefa de campaña de la juventud colorada en la capital antes de ocupar un cargo en la Dirección de Juventud y Deportes de la Municipalidad.

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Ya como secretaria, Agüero fue criticada por recibir una camioneta Ford F-150 Raptor decomisada por la Senabico y por percibir viáticos por más de G. 43 millones. Además, en mayo protagonizó una campaña de afiliación a la ANR a través de redes sociales, una actividad de claro proselitismo político que entra en contradicción con la ley de la Función Pública, que prohíbe a los funcionarios utilizar su cargo para este tipo de actividades.

La imagen pública de Agüero también se vio severamente afectada cuando, al asumir el cargo, las redes rescataron antiguos tuits de su autoría de los años 2013 y 2014 con contenido racista y antisemita, lo que generó más cuestionamientos sobre su idoneidad para la gestión pública.