
"Estoy entusiasmado, pero no estoy satisfecho", les dijo Santiago Peña a sus ministros a poco de haberse cumplido un año de su triunfo en las generales y luego de casi ocho meses de la última reunión de gabinete. El presidente puso el pie en el acelerador de cara al primer informe de su gestión, que debe presentar ante el Congreso el próximo 1 de julio.
Durante el encuentro, los ministros se limitaron a repetir, uno detrás del otro, la falta de recursos como la principal excusa frente a los escasos resultados expuestos en cada informe. Esta situación es el foco de cuestionamientos por parte de la dirigencia de base de Honor Colorado, que presiona por mayores espacios en el gobierno, acaparado por técnicos recomendados, en su mayoría, por Lea Giménez.
La jefa de gabinete se ha convertido desde hace meses en una piedra en el zapato de la cúpula política en la ANR por su negativa a abrir el gobierno a la militancia colorada. Lea es parte de la mesa chica del presidente y, en cualquier caso, Peña no considera que el problema de su administración resida en su conducción ejecutiva.
Santi intenta marcar su línea política y despegarse de los conflictos del cartismo
Al cierre del primer trimestre de este año, y según datos de la Contraloría General de la República, la ejecución presupuestaria de las entidades de la Administración Central fue de apenas el 19,6%. Esto obligó al presidente a bajar línea en medio de versiones de cambios en carteras sociales como Salud, Obras, Justicia y Educación, que hasta la fecha han sido blanco de reclamos por la falta de resultados.
"Bajo en ningún concepto podemos sentirnos satisfechos, pero sí entusiasmado de lo que podemos hacer y de lo que hemos hecho. Podemos ver áreas donde no hemos podido progresar todavía. Pero sí decirles que hay una firme convicción de enfrentar cada uno de los desafíos que tenemos", dijo Peña. No pocos ministros tomaron las palabras del mandatario como un reproche.
Peña también pidió a sus ministros coordinar con Lea la entrega de los informes de cada ministerio para ultimar los detalles a su primer informe de gobierno. "Para que sea claro y entendible, para que la ciudadanía pueda entender qué es lo que estamos haciendo e informarle al Congreso. El diálogo de ustedes con el Congreso es fundamental y es indelegable", apuntó.
Entre las novedades expuestas por los diferentes ministros se destaca la del titular de Justicia, Ángel Barchini, quien adelantó que por primera vez en la historia las personas privadas de su libertad serán separadas por pabellones discriminando aquellas con procesos en marcha de las que ya están condenadas.
"Vamos a poner en funcionamiento el nuevo penal de Minga Guazú a más tardar la segunda semana de mayo con los nuevos funcionarios penitenciarios, que en colaboración con el ministro de Defensa se han formado en una estructura militar que va a significar un cambio en el futuro en 20 años del sistema penitenciario", indicó Barchini.
El ministro de Justicia viene sufriendo cuestionamientos por supuesto direccionamiento de licitaciones de alimentos para las cárceles, a lo que se suman las constantes revueltas en los penales por parte de grupos criminales como el PCC y el Clan Rotela, que siguen manejando a su antojo la mayoría de las penitenciarías en el interior del país.
En materia de seguridad, el presidente impulsó una reorganización de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas, a través del Consejo de la Defensa Nacional (CODENA), que tomó protagonismo en los primeros meses del año para hacer frente a la avanzada narco en departamentos fronterizos.
Sobre el punto, Enrique Riera se sinceró y dijo "que el Estado paraguayo está colapsado" y que las cárceles están "reventadas". El titular de Interior mencionó que la "defensa pública no da abasto, ni la Fiscalía, ni la Corte", tras haber concluido varios encuentros con los diferentes órganos judiciales para conformar una mesa de Justicia y Seguridad que tendrá la tarea de coordinar acciones en áreas sensibles como las cárceles e intentará reducir las medidas cautelares otorgadas por jueces de garantías.
En relación con la educación, Peña destacó el apoyo de los diferentes sectores y del Congreso a la ley "Hambre Cero" que permitirá asistir a niños en etapa escolar con un alimento diario que estará coordinada por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y el Ministerio de Desarrollo de Acción (MDS), en el ojo de la tormenta por la falta de ejecución presupuestaria en los comedores populares y presuntas licitaciones amañadas.
"Estamos en una fase muy importante. En los próximos días ya estaríamos lanzando las primeras licitaciones con el interés de que a la vuelta de las vacaciones de invierno los niños más vulnerables ya puedan acceder a ese beneficio", indicó el presidente sobre uno de los caballitos de batalla de su primer año de gobierno.
Lo cierto es que Peña quiere evitar cambios en su gabinete al menos hasta 2026, cuando alguno de sus ministros entre a jugar en las municipales. En estos meses, las salidas se dieron en las segundas líneas, es decir, en los viceministerios, con el respaldo del presidente a los titulares de las carteras, como en el caso de María Teresa Barán, en Salud, o por recomendaciones del propio mandatario, como ocurrió en Obras Públicas.
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