Pese a que Santiago Peña no estaba de acuerdo con la jugada de Honor Colorado para sacar a Kattya González del Senado, en el gobierno nunca previeron una condena generalizada, y menos aún que viniera de los gremios empresariales y los sectores productivos. El presidente podÃa tolerar los mensajes de la embajada estadounidense y de la Conferencia Episcopal, pero el clima de negocios preocupa en el Palacio de López.
La Federación de la Producción, la Industria y el Comercio (Feprinco) fue la primera en reprochar la maniobra en el Senado que "empaña el proceso de avanzar hacia el grado de inversión y aumentar la inversión extranjera". Luego vinieron los comunicados de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), la Cámara Paraguaya de Supermercados (Capasu), la Asociación de Empresarios Cristianos (ADEC), la Unión de Gremios de la Producción (UGP) y el Centro de Importadores del Paraguay (CIP).
Todos ellos resaltan la estabilidad polÃtica como condición para garantizar el funcionamiento del sector privado y la seguridad jurÃdica. Pero muchos de los gremios fueron a fondo. ADEC apuntó a las "Ãnfulas autoritarias de senadores mezquinos" y el "ataque grotesco, grave, impúdico y bochornoso" del Senado y Capasu les pidió a los polÃticos "dejar de lado el circo".
Más tarde se sumaron la Cámara Vial Paraguaya (Cavialpa), la Asociación de Emprendedores de Paraguay (Asepy) y la Cámara Nacional de Comercios y Servicios de Paraguay (CNCSP). El único que no se pronunció fue el Centro de Armadores Fluviales y MarÃtimos (CAFyM), más afÃn al gobierno de Peña.
El hecho de que los empresarios hicieran público su repudio asustó al presidente. Desde su época de candidato y después de asumir, Peña centró su discurso en la credibilidad de Paraguay como premisa para atraer inversiones extranjeras. Los gremios esperaban una reacción menos ambigua del jefe del Ejecutivo, pero a cambio, Peña dijo que era una decisión del Congreso y no podÃa entrometerse en las resoluciones de otro poder del Estado.
Moody's y Fitch Ratings elogiaron la marcha de la macroeconomÃa paraguaya, algo que a Peña le gusta presumir, pero la debilidad del Estado de derecho y la corrupción son dos manchas para el grado de inversión. Para los empresarios y las cámaras, la pérdida de investidura de Kattya es un reflejo de la omnipotencia que domina en la ANR y que el presidente no puede controlar. Incluso aunque la jugada haya salido de un dirigente en teorÃa retirado, como es el caso de Calé Galaverna.
Mientras tanto, Marc Ostfield volvió a hacerse eco de los sectores que salieron a cruzar al Partido Colorado. "Seguà con atención las recientes declaraciones de la Conferencia Episcopal, gremios y organizaciones de la sociedad civil. Son voces poderosas y elocuentes, que expresan la necesidad de que Paraguay tenga una democracia fuerte, que ofrezca garantÃas a sus ciudadanos y seguridad jurÃdica para las inversiones extranjeras", subió a X.
Los negocios son el talón de Aquiles del gobierno, y según pudo saber LPO, Peña busca frenar cualquier intento que modificar el statu quo, que va desde nuevas destituciones a la idea de reformar la Constitución para introducir la figura de la reelección, algo que estarÃa en los planes de la cúpula cartista de cara a la convención colorada de marzo.
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