
Alrededor de 80 agentes fuertemente armados, entre miembros de la Policía Nacional y del Regimiento de Escolta Presidencial (REP), forman parte de la guardia privada de Horacio Cartes en la sede de la Junta de Gobierno de la ANR. La presencia de los uniformados refleja un abuso de la normas que obliga a designar efectivos, pagados por el Estado, para el servicio de protección personal.
El despliegue de efectivos policiales y militares en cada piso de la sede del Partido Colorado incomoda al afiliado que, obligado a asistir a encuentros de organización y debate, tiene que superar cada filtro de seguridad para poder acceder a sus oficinas, una situación nunca antes vivida en la historia partidaria.
"Cada oficial comisionado cobra alrededor de 1.800.000 guaraníes como plus por ser recomendado a la ANR. Muchos quieren, pero pocos pueden. Exmilitares y policías jubilados forman parte del anillo de seguridad a quienes Cartes paga alrededor de 7 millones de guaraníes para custodiar su casa y su familia", indicaron a LPO fuentes de Interior.
Actualmente un destacamento de la Policía Nacional ocupa las instalaciones de la Junta de Gobierno luego del incendio que se originó en las protestas de marzo de 2021, que buscaba apurar el juicio político contra el entonces presidente Mario Abdo Benítez y su vice Hugo Velázquez.
"Alrededor de 30 mil policías necesitamos en las calles y sabemos que la permanencia de efectivos de la Policía causa malestar, pero no podemos hacer nada, está establecido en las leyes. A diferencia de Cartes, ni Nicanor Duarte Frutos, ni Mario Abdo Benítez o Ángel González Machi pidieron escoltas", dijo un oficial de alto rango a este medio.
La presencia militar y policial en la sede partidaria se apoya no solo en la ley 222/93 que organiza a la Policía Nacional, por la cual se garantiza la custodia a las autoridades del Ejecutivo, sino también en el Regimiento de Escolta Presidencial, que en su artículo 51 la define como unidad de Combate Especial que depende del Comando en Jefe de las Fuerzas Armadas de la Nación y tiene por misión proporcionar seguridad al Presidente de la República.
Pero de los filtros de seguridad no se salva nadie, ni siquiera Nicanor Duartes Frutos, quien debió confirmar su identidad ante los agentes militares para poder acceder la semana pasada al piso de la presidencia del partido. Cabe mencionar que la que ley militar fue modificada durante su gobierno para que también familiares de altos funcionarios recibieran protección de ese cuerpo especializado en seguridad del Ejército.
"La última convocatoria de convencionales no se realizó de forma presencial porque Cartes estaba temeroso de algo. Ya no se realizan reuniones en la sede de Gobierno porque es todo un trámite lidiar con los guardias. Nadie pasa el control del portón si la orden no viene de Eduardo González", indicó un convencional de Central en referencia al secretario general de la Junta de Gobierno.
Cartes apuntala la partidización del Estado y ahora inaugura un destacamento policial en la ANR
Mientras tanto, el ministro del Interior, Enrique Riera, insiste en la necesidad de duplicar la presencia de los agentes en las calles a caballo de la reforma del Estatuto Policial. A contramano, el comandante de la Policía Nacional, Carlos Benítez, sigue engrosando el personal comisionado a la sede de la Junta de Gobierno a pesar de la falta de motivos que ameriten la inversión de fondos públicos en esa dirección.
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