Paraguay firmó su adhesión voluntaria a la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, liderada por los países del G20. En el texto, el Gobierno de Santiago Peña se compromete a implementar la Agenda 2030, si bien dentro de su movimiento, Honor Colorado, hay una fuerte resistencia a los objetivos que plantea. En el punto 2 de la declaración ,Paraguay reconoce que "el hambre y la malnutrición son manifestaciones perversas de la pobreza y la desigualdad persistente y reconoce la necesidad de erradicar la pobreza y el hambre en todas sus formas y dimensiones y de implementar plenamente la Agenda 2030".

Sin embargo, la misma declaración sostiene que "se reconoce que los compromisos anteriores son voluntarios y no vinculantes jurídicamente, y se someten y se realizan de acuerdo a sus propias capacidades, regulaciones, prioridades y modalidades, además de la disposición de recursos apropiados". Ese párrafo supone para Peña un alivio ante la presión que se avecina de parte del ala más radical del cartismo.

Lezcano se quiso bajar de la OEA por no tener los votos asegurados, pero Santi lo convenció de mantenerse

La cumbre del G20 se celebrará la próxima semana en Brasil y Lula busca que la alianza antihambre, una iniciativa suya, tenga la mayor cantidad de socios. El ingreso de Paraguay se da después de que organizaciones, países y empresas importantes hayan confirmado su adhesión. Por ejemplo, el Programa Global de Agricultura y Seguridad Alimentaria (GAFSP), vinculado al Banco Mundial, se comprometió a mover hasta US$ 182 millones en fondos para la Alianza Global.

La senadora Lizarella Valiente. 

Específicamente, esos fondos se centrarán en programas de apoyo a los pequeños productores y la agricultura familiar. Otro país que está dentro de la alianza es Alemania, el primero del G20 en unirse. También ingresó la multimillonaria Fundación Rockefeller y el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), la primera institución financiera multilateral en adherirse.

El último en comprometerse con el plan de Lula fue Estados Unidos, luego de la conversación telefónica que el brasileño mantuvo con Joe Biden. El demócrata le confirmó a que viajaría a Río para la cumbre.

En la declaración firmada por Paraguay se menciona la intención de cubrir el 100% del territorio a través del programa Hambre Cero, algo imposible en la actualidad por la falta de recursos, que obliga al Gobierno a racionalizar las transferencias

La decisión de ingresar a la alianza demuestra que el Gobierno de Peña juega al equilibrio: para el afuera se muestra en sintonía con la comunidad internacional y el multilateralismo, mientras que puertas adentro, parte del cartismo continúa con la campaña fundamentalista contra el "globalismo" y la Agenda 2030, impulsando leyes que refuerzan los controles a organizaciones civiles.

Lula da Silva y Joe Biden.

AP

Un motivo por el que Peña podría haber decidido ingresar a la alianza guarda relación con el entendimiento que aspira a mantener con Lula, pero también por la cantidad de recursos con los que contará el espacio. En la declaración firmada por Paraguay se menciona la intención de cubrir el 100% del territorio a través del programa Hambre Cero, algo imposible en la actualidad por la falta de recursos, que obliga al Gobierno a racionalizar las transferencias. 

Lula relanza la relación con Paraguay y lo invita a Peña a la cumbre del G20

La semana pasada, directores de instituciones educativas de Itá habían preguntado por qué el Gobierno central les había recortado recursos de la alimentación escolar. El departamento es uno de los más afectados por las idas y vueltas con el programa Hambre Cero, principalmente por estar bajo administración del opositor Ricardo Estigarribia.