Santiago Peña abrió este jueves la asamblea general de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), en Córdoba, Argentina, donde abordó el tema de la libertad de prensa. El presidente destacó que, aunque la democracia en América Latina es fuerte, persiste la persecución a los medios en países como Nicaragua y Venezuela, con numerosos periodistas que se vieron obligados a exiliarse debido a gobiernos autoritarios. "Hoy, aquí, hago un fuerte y sentido homenaje al ‘periodismo en exilio', ese fenómeno que tenemos por culpa de gobiernos intolerantes", afirmó.
Sin embargo, Peña aprovechó su discurso para criticar a algunos medios paraguayos y sugirió que todavía operan bajo una "lógica de dictadura". Según el presidente, parte de la prensa continúa presa de una mentalidad de resistencia y oposición que ya no tiene lugar en una democracia consolidada. "Hoy, afortunadamente, el Paraguay no vive en una dictadura, sino que estamos lejos, lejísimos, de un gobierno autoritario", destacó.
Peña apunta a los medios: "Creen que su rol es simplemente atacar"
Pero el discurso no fue bien recibido por ciertos medios y empresarios del rubro. Tradicionalmente, el Grupo Zuccolillo y el grupo Vierci tuvieron un papel destacado en la SIP, especialmente el fallecido Aldo Zuccolillo, expropietario de ABC Color, quien fue un activo fundador y participante en las reuniones de la organización. Según pudo saber LPO, la participación de Peña incomodó a estos sectores, que ven en las palabras del presidente un desafío a su línea crítica.
Arturo Bregaglio, periodista que cubrió la asamblea, consideró que el discurso de Peña reveló una doble moral en cuanto a su postura sobre la libertad de prensa. Bregaglio mencionó que el presidente hizo alusión a Alfredo Palacios, un diputado socialista argentino que tenía vínculos familiares con su madre, y Elvio Romero, periodista paraguayo exiliado en Argentina. "El 90% de los presentes en la asamblea no sabe lo que ocurre realmente en Paraguay, por eso no les pareció incómoda la presencia de Peña. Sin embargo, los organizadores de la SIP estaban al tanto de los recientes episodios de hostigamiento a periodistas", apuntó.
El periodista también consultó a Peña sobre el reciente incidente en el Congreso, donde los periodistas Juan Jara y Orlando Bareiro fueron expulsados por órdenes de Dionisio Amarilla, presidente de la Comisión Bicameral de Investigación (CBI) antilavado. Bregaglio dijo a LPO que Peña alegó que se trataba de "resabios de la vieja política", aunque que su forma de hacer política era diferente.
De hecho, días antes del evento, la Federación de Periodistas de América Latina y el Caribe (FEPALC) publicó una carta abierta en la que denunciaba el creciente clima de hostilidad contra los periodistas en varios países de la región, entre ellos Paraguay. De acuerdo al comunicado, se registró un aumento en los intentos de censurar y judicializar a trabajadores de prensa y en las filtraciones de datos privados. Además, se cuestionó el discurso público de autoridades, incluido Peña, por atacar a medios y profesionales del sector.
El documento de la FEPALC llamó a un análisis profundo de esta situación y a tomar una postura firme en la defensa de la libertad de expresión y la labor periodística. "Creemos que es necesario llamar la atención de estos gobiernos para evitar que los ataques contra el ejercicio periodístico continúen escalando, deteriorando la calidad de las democracias de la región", señala el texto firmado por Álvaro Pan Cruz y Zuliana Lainez, principales autoridades de la Federación.
Tras la aprobación de la ley que regula a las ONG, la oposición aseguró que el cartismo iría por una legislación para controlar a los medios críticos, una opción que fue descartada por Raúl Latorre y Bachi Núñez, los titulares de Diputados y el Senado, respectivamente. Pero la norma que impone mayores controles a las organizaciones no gubernamentales, pendiente de promulgación, empañó la intervención del presidente.
La oposición dice que el Gobierno va por una ley de medios tras el golpe a las ONG
Horas antes de que llegara a Córdoba, Gina Romero, relatora de la ONU para la Libertad de Asociación y Asamblea, volvió a apurar al Gobierno paraguayo. "Envié una carta al presidente Santiago Peña sobre el texto aprobado por la Cámara de Senadores para el control y la transparencia de las OSFL (organizaciones sin fines de lucro) y que pasó a sanción presidencial. A pesar de que el texto parece mejor que el original, aleja a Paraguay de los estándares internacionales de derechos humanos", escribió en X. Romero presiona por el veto de Peña.
Pese a los cuestionamientos, Peña firmó en Argentina la declaración de Chapultepec, que resguarda la libertad de expresión y de prensa. "Sin libertad de prensa, moriríamos asfixiados", aseguró el presidente. Pese a los embates del cartismo, y a algunas críticas aisladas propias, Peña salió en defensa de los periodistas cuando Pedro Ovelar, abogado de Horacio Cartes, quería citarlos en la Justicia para explicaran las notas que había escrito en contra del líder de la ANR.
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