
Santiago Peña se anotó un punto este miércoles con el apoyo casi cerrado de los gobernadores a su reforma del Fonacide. La asistencia fue perfecta, estuvieron los 17 jefes departamentales, incluido el de Central, Ricardo Estigarribia, principal afectado por los planes de concentración de los fondos para la alimentación escolar. Pero al presidente le falta todavÃa conseguir el respaldo de los intendentes.
Los gobernadores se fueron de la reunión con la promesa de que las inversiones no peligrarán en sus territorios, incluso algunos admitieron en off que era un alivio la participación del gobierno central en la gestión del almuerzo y la merienda para los estudiantes, aunque Estigarribia se fue antes de tiempo, según dijo, por cuestiones personales. Cuando se apruebe la ley, que depende en estos momentos de la Comisión Permanente del Congreso, los jefes departamentales estarán sometidos a controles más estrictos.
"Salimos muy satisfechos. Hemos disipado algunas dudas sobre el proyecto de ley, el más ambicioso que puede tener la República del Paraguay. Es un trabajo que queremos hacer con el Parlamento para que este proyecto sea aplicable", dijo Norma Zárate, gobernadora de Paraguarà y presidenta del Consejo de Gobernadores, alineada con el Ejecutivo.
No pasó desapercibido el llamado que hizo al Congreso para apurar la tramitación de la iniciativa, luego de que esta mañana la jefa de gabinete, Lea Giménez, le pidiera al titular de la Comisión Permanente que apretase el acelerador. Sin embargo, Colym Soroka le respondió que, si no hay consenso con los intendentes, el proyecto deberá esperar a que arranque el periodo legislativo. Es un tiempo prudencial para que Peña convenza a los descreÃdos.
Para el presidente no es necesario esperar a marzo para poner a punto el Fondo Nacional para la Alimentación Escolar (Fonae). Después de lanzar el anuncio, Peña dio marcha atrás por unas semanas para medir el humor de los afectados y enseguida encomendó a Pedro Alliana que negociara con los diputados y dirigentes colorados de los departamentos. El malestar no se aplacó y el domingo por la noche adelantó que el lunes harÃa la presentación oficial del programa "Hambre cero en las escuelas".
La semana que viene tiene previsto un encuentro con los intendentes nucleados en la Organización Paraguaya de Cooperación Intermunicipal (Opaci), aunque el ente privado no agrupa a todos los jefes comunales y su cabeza, Óscar Cabrera, es un colorado que se entiende bien con el gobierno central. Sin embargo, mientras Peña recibÃa a los gobernadores, la Opaci lanzaba un duro comunicado contra el Fonae.
El texto mezclaba reclamos, preocupaciones genuinas ante la falta de aclaraciones del gobierno y una réplica ofensas colectivas. El comunicado rechaza "la acusación del presidente Santiago Peña que de manera genérica acusa a los intendentes de ineficientes y corruptos, manchando la honorabilidad de todos los intendentes del Paraguay".
En concreto, los intendentes de Opaci se mostraron en contra de "todo intento de centralización de la gestión de los recursos del Estado", reconocido en el artÃculo 170 de la Constitución. Por otro lado, reivindicaron "el 100% de la provisión de almuerzo escolar durante todo el año bajo la administración de los gobiernos municipales" y llamaron "a todos los intendentes y concejales del paÃs a mantenerse atentos y vigilantes para defender la descentralización del paÃs".
Opaci dejó en claro que acompañan la iniciativa de Peña de universalizar el almuerzo escolar, si bien el problema son las condiciones. En ese punto, el Congreso se prepara para oficiar de árbitro y sugerir algunas modificaciones, sin esperar que el gobierno dé luz verde a un cambio sustancial del proyecto. El presidente no dará marcha atrás, aunque tampoco puede subestimar el enojo de su partido, que controla el 65 % de los municipios.
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