
El Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) atraviesa uno de los momentos más crÃticos de su historia reciente, marcado por profundas divisiones internas, una abultada deuda y la creciente influencia del movimiento disidente Nuevo Liberalismo, que tomó el control de facto de las principales direcciones del partido, dejando al actual presidente, Hugo Fleitas, prácticamente sin poder.
La crisis financiera del PLRA alcanzó niveles alarmantes. Con deudas que superan los G. 30.000 millones, el principal partido de la oposición enfrenta embargos y remates de propiedades en todo el paÃs. Entre las obligaciones más urgentes están los G. 8.000 millones correspondientes a bonos emitidos en 2021 y una deuda de G. 3.000 millones con el Instituto de Previsión Social (IPS).
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En este contexto, Nuevo Liberalismo aprovechó la situación para tomar el control polÃtico y administrativo del partido. En una jugada estratégica, el movimiento encabezado por el gobernador de Central, Ricardo Estigarribia, designó a Lilian Zayas como directora de Organización, a Basiliza Vázquez al frente de la Dirección JurÃdica y a Rebeca Sosa en la Dirección de Capacitación.
Aparte, conformaron un equipo jurÃdico con Vázquez, Norma Girala y AgustÃn Saguier para trazar un plan capaz de litigar los embargos y cuestionar las decisiones judiciales que favorecieron a las entidades financieras acreedoras del PLRA. La estrategia que pondrán en marcha consiste en agrupar todas las demandas en un solo juzgado, impulsar acciones de inconstitucionalidad y denunciar a los magistrados que avalaron tasas usurarias.
Fleitas ve cómo su mandato es recortado y enfrenta un intento de destitución desde el Tribunal de Conducta, promovido por los disidentes. Nuevo Liberalismo busca hacerse con control total del PLRA y utiliza la crisis financiera como pretexto para desplazar a la actual dirigencia, según comentó a LPO una fuente cercana al presidente. La situación también reavivó los conflictos internos con acusaciones cruzadas sobre la responsabilidad de la deuda y la gestión partidaria.
Mientras tanto, los acreedores, principalmente entidades financieras, presionan con embargos, agravando la incertidumbre sobre el futuro del partido. EfraÃn Alegre, el extitular del partido, es señalado como uno de los culpables de la mala administración económica. Por otra parte, el sector liderado por el senador Éver Villalba propuso una tregua y, a partir del diálogo, reconducir el partido.
El liberal dijo a este medio que con el control de las direcciones se envió una señal a Fleitas sobre la necesidad de reevaluar la administración del partido. Desde la Corriente de Renovación Liberal de Villalba quieren reunir a directores, presidentes de comité, convencionales, autoridades locales y nacionales, afiliados y apoderados para desarrollar la ruta para una nueva presidencia del partido, aparte de formar una mesa de diálogo para encarar las municipales de la forma más ordenada posible.
"Debemos construir un gran consenso con el pueblo liberal, para tener un directorio integrado y que toda nuestra energÃa apunte al fortalecimiento del partido para tomar el poder en 2028", sostuvo Villalba.
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