Apenas unas horas después de haber logrado el rechazo al proyecto de derogación del acuerdo educativo con la Unión Europea en el Senado, considerado como una traición de Santiago Peña y el cartismo hacia las organizaciones autodenominados "provida" y "profamilia", el gobierno volvió a acercarse a esos sectores.
Cuatro ministros del gabinete y el presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Latorre, participaron este jueves de un evento denominado "Desayuno Nacional de Oración", cuya intención declarada es la de "promover la importancia de la religión en la sociedad y resaltar la colaboración entre la Iglesia y el Estado".
Enrique Riera, ministro del Interior; Luis Ramírez, titular de Educación y Ciencias; Walter Gutiérrez, al frente de la cartera de la Niñez y la Adolescencia; y Ángel Barchini, al mando de Justicia, estuvieron presentes en el evento en representación de Peña, acompañando a empresarios y autoridades evangélicas. El evento religioso exhibía el lema "El aporte de la iglesia en el desarrollo del Paraguay" y se centró en la oración por el país y en el análisis de proyectos que estimulan su potencial, según los anfitriones.
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Latorre aseguró que "el Paraguay es admirado en el mundo por su lucha y su defensa a la vida y a la familia". "Somos un bastión fundamental de la defensa de esos valores y ahí nos debemos de sostener mientras seguimos por el camino del desarrollo, mientras avanzamos en la lucha contra la corrupción y la impunidad. Nosotros no tenemos que perder esa esencia de que nuestra nación es una nación de fe", insistió.
Esta primera edición del evento tiene como modelo el Desayuno de Oración Nacional, que se realiza en Washington, Estados Unidos, y es organizado por The Fellowship Foundation , una organización conservadora cristiana más conocida como "The Family" que en su momento llevó a Donald Trump como invitado estelar.
La realización de este evento coincide con una serie de guiños del gobierno a sectores ultraconservadores, que pretenden tener una fuerte incidencia religiosa en el Estado. Es el caso del pastor Miguel Ortigoza (quien participó del evento de hoy), representante en Paraguay de la organización evangélica estadounidense Capitol Ministries, cuya misión manifiesta es instalar a sus "ministros" en puestos claves de la administración pública para influir en la toma de decisiones desde una mirada "cristiana", tal como hicieron en Estados Unidos y Brasil, durante los gobiernos de Trump y Jair Bolsonaro, respectivamente.
A la par del retroceso del gobierno en la derogación del acuerdo con la UE, Peña otorgó concesiones a estos sectores a través del Ministerio de Educación y Ciencias, con la introducción de materiales de educación sexual de sesgo religioso, que ya se aplica en varias escuelas del país.
A pesar del revés que sufrieron el miércoles en el Senado, estos sectores mantienen su poder de influencia en el gobierno a través de tres carteras clave del gobierno, como Interior, Educación y Niñez y Adolescencia, que podrían convertirse en la cabeza de playa para la "evangelización" del Estado, prohibida por la Constitución, que define a Paraguay como un Estado laico.
La Constitución consagra en su artículo 24, referido a la libertad religiosa y a la ideológica, que "quedan reconocidas la libertad religiosa, la de culto y la ideológica, sin más limitaciones que las establecidas en esta Constitución y en la ley. Ninguna confesión tendrá carácter oficial".
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El mismo artículo, en su segundo párrafo ,establece que "las relaciones del Estado con la Iglesia Católica se basan en la independencia, cooperación y autonomía". "Se garantizan la independencia y la autonomía de las iglesias y confesiones religiosas, sin más limitaciones que las impuestas en esta Constitución y las leyes", culmina el artículo.
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