Flávio Dino, ministro de Justicia y Seguridad Pública del Brasil, arribará este jueves a Paraguay para brindar la cooperación solicitada por Santiago Peña a Lula da Silva por la crisis penitenciaria impulsada por el clan Rotela, que hoy administra de facto la cárcel más grande del país.
Desde hace semanas, en coincidencia con la toma del penal de Tacumbú, directores y agentes penitenciarios del Ministerio de Justicia vienen participando de cursos de capacitación con instructores y expertos del sistema penitenciario del Brasil, con el apoyo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) y la Secretaría brasileña de Políticas Penales (Senappen).
Advierten que el Clan Rotela se prepara para tomar los penales de San Pedro y Encarnación
El amotinamiento de la penitenciaría de Tacumbú por parte de grupos criminales, con el clan Rotela a la cabeza, desató un tsunami de críticas contra el actual ministro de Justicia, Ángel Ramón Barchini, ante la ineptitud en el manejo de la crisis que afectó, además, a la figura del presidente.
La capacidad de gerenciamiento de los órganos de seguridad es una condición ineludible para los funcionarios del área, a diferencia de otras menos sensible dentro del organigrama el Estado. Peña acusó recibo del motín, corrió a Bachini pese mantenerlo en el cargo, pidió cooperación a su principal (y experimentado) aliado en la región y ordenó al viceministro de Política Criminal, Rodrigo Nicora, su nuevo hombre de confianza en la cartera, solucionar el conflicto con los guardiacárceles.
"En San Pablo existen 21 millones de habitantes con una población penitenciaria de 500 mil personas, y si uno se pone a mirar el sistema penitenciario nacional abarca unas 17 mil personas privadas de su libertad hasta el día de hoy. La experiencia en el manejo de volúmenes es fantástica porque ya pasaron por todas las situaciones habidas y por haber", indicó Nicora.
El funcionario de Justicia admitió que la visita del ministro Flavio Dino concretará mayores inversiones en cooperación, desde la capacitación de agentes hasta el fortalecimiento del sistema de inteligencia en todas las penitenciarias paraguayas.
En ese sentido, el gobierno de Brasil se encuentra colaborando con centros de inteligencia para desbaratar a las organizaciones criminales que operan en la Triple Frontera. Pero el último amotinamiento del Clan Rotela en Tacumbú, que dejó en evidencia la debilidad institucional de Paraguay a nivel penitenciario, preocupa a las autoridades brasileñas por el control del Primer Comando Capital (PCC) en los centros penales ubicados en la frontera.
"El trabajo de inteligencia parte del Ministerio de Justicia y de ahí trabajamos con cada centro penitenciario. Se debe entender que es manejo de información durante las 24 horas que debe ser cruzada y confirmada. Hoy tenemos personas que tienen mucho conocimiento, capacitados en Brasil en centros de altos estudios, que nos asesoran en situaciones precisas", subrayó Nicora.
El viceministro de Política Criminal aseguró que se está recuperando de forma paulatina el control de Tacumbú y que los últimos amotinamientos se deben a que los clanes criminales encontraron oposición en el nuevo gabinete para concretar sus negocios ilícitos desde el interior de la penitenciaría.
"Si se mantiene el statu quo significa que hay permiso para todo. Cuando tenemos este tipo de manifestación es porque existen cuestiones de fondo que los medios desconocen y esta revuelta gira mucho en torno a la provisión de alimentos y el cierre de la penitenciaría que evitó la llegada de nuevos reclusos y por ende nuevos miembros para el clan", explicó.
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