Santiago Peña recibió este miércoles al ministro de Justicia y Seguridad del Brasil, Ricardo Lewandowski, quien llega al país en el marco de las reuniones que realizarán entre hoy y mañana autoridades de los organismos de seguridad del Mercosur en Asunción.

Lewandowski, ex juez del Supremo Tribunal de Justicia de Brasil, quien asumió el cargo de ministro a inicios de febrero, llega por primera vez al país en el marco de una misión muy importante para Lula da Silva, continuar y avanzar con los convenios de cooperación que existen entre ambos países, sobre todo en el combate al crimen trasnacional que tiene su punto más caliente en la Triple Frontera, que ambos países comparten con la Argentina, que también envió a su ministra Patricia Bullrich.

Estos acuerdos se vienen dando en varios frentes, principalmente contra el tráfico de drogas y armas en la frontera, así como a nivel de seguridad interna, sobre todo en las penitenciarías, donde recientemente Paraguay y Brasil realizaron un procedimiento sin precedentes al expulsar a varios integrantes del Primer Comando da Capital, el mayor y más fuerte grupo criminal brasileño, de las cárceles paraguayas.

Lewandowski llega por primera vez al país para continuar y avanzar con los convenios de cooperación que existen entre ambos países, sobre todo en el combate al crimen trasnacional que tiene su punto más caliente en la Triple Frontera

El ministro es un hombre de confianza de Lula, de hecho, él mismo lo había nominado para ocupar un lugar en el Supremo durante su segundo mandato, allá por 2006, cargo que ocupó hasta su jubilación en forma anticipada en 2023. Luego de su retiro, Itamaraty lo eligió para ocupar un cargo en el Tribunal Permanente de Revisión del Mercosur, del que fue presidente hasta su nominación como ministro.

Ernesto Riera.

Presidencia de la RepúblicaGentileza

La preocupación brasileña sobre Paraguay no es ningún secreto, pues su territorio se convirtió en los últimos años en el principal hub de la distribución de la cocaína que ingresa al mercado brasileño, situación que ya se daba con la marihuana. Días atrás, Brasil y Paraguay concluyeron con una nueva fase, la 44, de la operación Nueva Alianza en la que se destruyeron más de 500 toneladas de esta droga en un golpe que se estima de más de USD 15,5 millones al PCC.

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Desde 2010, el Primer Comando da Capital (PCC) inició su avance, controlando además de la producción de marihuana, parte importante del ingreso al territorio paraguayo de la cocaína de origen andino que, aprovechando la debilidad de los controles del tráfico aéreo ingresa por esa vía a pistas clandestinas en el Chaco y en los departamentos del norte, sobre todo Amambay y Canindeyú, desde donde es trasportado por distintos medios hacia el territorio brasileño, principalmente a las ciudades más importantes, São Paulo y Río de Janeiro.

La preocupación brasileña sobre Paraguay no es ningún secreto, pues su territorio se convirtió en los últimos años en el principal hub de la distribución de la cocaína que ingresa al mercado brasileño, situación que ya se daba con la marihuana

En conferencia de prensa, tras el encuentro con Peña, tanto el ministro del Interior, Enrique Riera, como el ministro brasileño Lewandowski, señalaron que a los trece primeros acuerdos a los que ya habían llegado ambos gobiernos, le sumaron dos nuevos que tienen que ver con el combate al robo de vehículos y a la trata de personas.

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En el caso del primero, Paraguay ha sido históricamente un destino del mercado negro de vehículos robados en el Brasil, que incluso llegaron a tener una especie de legalización con la denominada "cédula marrón", que permitía a estos vehículos obtener patentes y circular libremente.

En el caso de la trata de personas, Paraguay ha sido también un histórico lugar de captación de víctimas, tanto para el Brasil como para destinos de otros continentes a donde, sobre todo mujeres y niños, son llevados por redes de esclavitud sexual.