
Lea Giménez es parte del primer anillo de Santiago Peña y una de las personas que más goza de su confianza, incluso desde el gobierno de Horacio Cartes, cuando le sucedió en el Ministerio de Hacienda. Desde su rol clave de jefa de Gabinete organiza y coordina todos los proyectos del presidente e incluso marca lÃneas de acción.
Una prueba del gran poder de la jefa de Gabinete es el decreto que Peña firmó la semana pasada para darle más atribuciones, similares a las que tiene la figura del vicepresidente. En el documento se exponÃa una reconfiguración del gabinete que le da un margen de maniobra casi total. A partir de ahora, la asesorÃa jurÃdica, a cargo de Roberto Moreno, la asesorÃa polÃtica de José Alberto Alderete y a la secretarÃa privada de Turi Cappello pasan a depender de Lea.
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También se hará cargo de la oficina de la primera dama, la dirección de Administración y Finanzas, la Unidad de gestión de la Presidencia y la Dirección de Ceremonial del Estado. Los crÃticos de Lea, que recelan de su conducción personalista y una gestión fiel a los planes de Peña, ven en esta movida una delegación de parte del poder presidencial.
La jefa de Gabinete tendrá que atender cuestiones de Estado aun en ausencia del presidente. Sus nuevas atribuciones le valieron el mote de "super ministra", ya que Lea es además consejera de Itaipú, por lo que está muy bien gratificada, recibiendo una remuneración mensual de G. 80 millones.
El valor de Lea es técnico y de confianza. En lo polÃtico no tiene gran peso, no solo porque recibió una escasa cantidad de votos como candidata al Senado -un asunto que sus detractores no dejan pasar por alto-, sino porque las bases coloradas le tienen resistencia debido a su modo cerrado de gestionar el gobierno. La dirigencia exige en cada periodo ser recibida en las oficinas estatales, lo que Giménez no hace, y en la última reunión de convencionales, hasta llegaron a pedir un espacio en el Palacio de López.
El diputado de Fuerza Republicana Mauricio EspÃnola consideró que el decreto de Peña no otorga gran poder a Lea, sino más bien blanquea su doble cargo. "Muchas de las atribuciones ya estaban en el anterior decreto del año 2012. Creo que lo más relevante es que se incluyó la posibilidad de ser miembros del Consejo de Itaipú, y con eso queda blanqueada la situación del salario de la jefa de Gabinete", apuntó.
El legislador sostuvo que las funciones de los asesores no le preocupan, sino los consejos. "Más que prestar atención a las nuevas funciones que según el papel tienen los asesores del presidente, deberÃamos preocuparnos por los consejos que dan al presidente, que luego le llevan a tener que dar marcha atrás", disparó.
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"Como los contratados de Itaipú, que se dijo rotundamente que no y ahora salieron a aceptar que sÃ. Lo del Consejo de la Magistratura, que ya se anunció en conferencia de prensa, programas en la tele y todo espacio público posible. Más que preocuparnos por lo que dice el decreto, debemos preocuparnos por lo que sale de la boca de los asesores del presidente", agregó EspÃnola.
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