El caso de espionaje a autoridades paraguayas, que llevó a Santiago Peña a suspender las negociaciones sobre el Anexo C de Itaipú, amenaza con generar una crisis al interior del gobierno de Lula da Silva. Según medios de Brasil, el director de la Policía Federal, Andrei Rodrigues, presentó pruebas al presidente brasileño sobre la presunta participación del jefe de la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin), Luiz Fernando Corrêa, en el hackeo a Paraguay.

Rodrigues apuntó directamente a Alessandro Moretti, exsubdirector de la Abin, por haber autorizado la operación con el visto bueno de Corrêa, en base a un testimonio de un funcionario del organismo de inteligencia. Tanto Moretti como Corrêa declararon el jueves durante más de cinco horas en la sede de la Policía Federal en Brasilia, en el marco de la investigación por la "Abin paralela", un esquema organizado durante el mandato de Jair Bolsonaro para espiar a rivales políticos.

Lula mandó a un agente de inteligencia a Paraguay para superar la crisis con Santi 

La investigación en cuestión también busca indagar el rol de Corrêa y su exnúmero dos en la operación contra el Gobierno paraguayo. Lula aseguró el ciberataque fue ordenado por Bolsonaro y desactivado en marzo de 2023, luego de que el líder del PT regresara al poder y fuera advertido del caso, pero las explicaciones no convencen a Peña, que busca presionar a Brasil a través de la hidroeléctrica.

Andrei Rodrigues, director de la Policía Federal de Brasil.

Las declaraciones de Rodrigues ponen a Lula en una posición incómoda. Abin responde a la Casa Civil, como se conoce a la jefatura de gabinete en Brasil, en manos de Rui Costa, hombre de confianza de Lula. El presidente pidió explicaciones a Rodrigues y Corrêa en una reunión tensa que tuvo lugar el jueves, de acuerdo al diario Folha de S. Paulo, que confirmó la rivalidad entre el director de la Policía y el de la Abin.

Si Rodrigues consigue comprobar que Moretti y Corrêa continuaron con la operación iniciada en el gobierno de Bolsonaro, Peña y Rubén Ramírez Lezcano no descartan medidas más concretas en represalia, una opción que el Ejecutivo no confirmó a LPO, pero que los medios brasileños dan por hecho

Si Rodrigues consigue comprobar que Moretti y Corrêa continuaron con la operación iniciada en el gobierno de Bolsonaro, Peña y Rubén Ramírez Lezcano no descartan medidas más concretas en represalia, una opción que el Ejecutivo no confirmó a LPO, pero que los medios brasileños dan por hecho. En el encuentro entre el canciller de Lula, Mauro Vieira, y Lezcano en Buenos Aires, hace una semana, el primero había prometido compartir los resultados de la investigación con Paraguay.

Salvo filtraciones a la prensa, las declaraciones de Moretti y Corrêa ante la Policía Federal están bajo secreto judicial, por lo cual no se conocen los detalles del alcance de la operación contra Paraguay. Itamaraty, sede de la Cancillería brasileña, negó la participación del gobierno de Lula en el hackeo, aunque según dijo un funcionario de la Abin, la agencia logró penetrar en el sistema informático de la Presidencia y el Congreso, como reveló UOL.