La idea de una reforma constitucional para habilitar la reelección presidencial empezó a tomar forma con los resultados de abril. Hasta ese momento, la ANR estaba enfrascada en una lucha entre el cartismo y abdismo, que ahora ha tomado la forma de una disidencia difusa que mantiene una relación ambivalente con la cúpula del partido, dominada por Horacio Cartes. Para la oposición, esos colorados no alineados serán fundamentales para los planes del oficialismo.
Los dirigentes opositores se preparan para dar la batalla contra la reelección porque ya dan por descontado que el gobierno de Santiago Peña se mueve en esa dirección. "Tenemos la convención colorada de marzo, donde se tendrá una mayorÃa cartista aplastante. Va a ser una antesala para, eventualmente, pedir una reforma constitucional", aseguró este miércoles el senador Eduardo Nakayama. Y no es el único que lo cree en la vereda de enfrente del gobierno.
El TSJE discutirá el balotaje y abre la puerta a la reforma constitucional que buscan los colorados
Por eso la convención del próximo 9 de marzo será crucial para anticipar la jugada de Cartes y Peña. Los números no le dan a la oposición para frenar una eventual constituyente y depositan su esperanza en el ruido que puedan hacer los colorados dÃscolos durante la cumbre partidaria, aunque Honor Colorado ha conseguido colonizar a la ANR y los que no se pliegan al jefe de la formación apenas actúan coordinados y creen que no es momento para agitar las diferencias internas.
Sin embargo, las figuras que rechazaron sumarse a Honor Colorado ven con preocupación que el partido aspire a forzar una reforma para permitir un segundo mandato. Aunque en la mesa chica de la ANR no hay definiciones por el momento, la posibilidad de una vuelta de Cartes al Palacio de López es cualquier cosa menos alocada: es el lÃder del partido, mantiene una popularidad alta, logró imponer a su candidato y no tendrá que pagar el costo polÃtico por tocar la Constitución.
Cada vez son menos las voces opositoras que sugieren la implementación del balotaje porque entienden que es la coartada del oficialismo para abrirle la puerta a la reelección. El TSJE admitió que estudiará el sistema de segunda vuelta, que algunos ven como una movida funcional al cartismo. Lo cierto es que, como adelantó LPO de acuerdo a conversaciones con cuadros de HC, en la ANR juzgan factible ganar un balotaje con la oposición disgregada y un partido que ve reducir al mÃnimo la disidencia.
Muchos en la oposición, y sobre todo en el PLRA, coinciden con este diagnóstico. Si las elecciones se celebraran hoy, el gobierno ganarÃa en primera vuelta, aún con el balotaje ya implementado. En ese sentido, la puja quedará planteada una vez más dentro del Partido Colorado, el único capaz de ser gobierno y oposición al mismo tiempo. TodavÃa no hay colorados, ni cartistas ni anticartistas, que se hayan pronunciado a favor de la reelección.
La decisión no responde a la cautela sino al momento polÃtico. El Ejecutivo viene de aprobar la creación de la superintendencia de jubilaciones y pensiones sin consenso -aunque con mayorÃa- en el Congreso y con poca comprensión de su alcance en la sociedad, mientras que los casos de los "nepo babies" salpica a las principales autoridades del partido. La propuesta, coinciden en la calle 25 de Mayo, tiene que instalarse y normalizarse primero.
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