
Según una publicación del diario El País de Cali, el expresidente de Colombia y ahijado político de Álvaro Uribe, Iván Duque, podría presentar su candidatura a la secretaría general de la Organización de Estados Americanos. Hasta el momento solo hay dos aspirantes para el puesto, el canciller Rubén Ramírez Lezcano y su par de Surinam, Albert Ramdin.
El diario colombiano señala que Duque tendría la intención de sustituir a Luis Almagro, una versión que ya había surgido a principios de este año, específicamente en febrero, cuando se especulaba con que el uruguayo no buscaría la reelección. Con la confirmación de Marco Rubio al frente del Departamento de Estado, un republicano de origen latino y enemigo declarado de los gobiernos progresistas de la región, la opción de Duque es tentadora.
Almagro confirmó en junio en Paraguay que ya no seguiría en el cargo. La posible candidatura de Duque está siendo instalada justo una semana después de que Donald Trump ganara las presidenciales en Estados Unidos. El cálculo que hace Duque, hombre vinculado al expresidente Uribe, es que con el republicano a la cabeza, un liderazgo más conservador como el colombiano podría ser adecuado. La hipótesis se reforzó luego de que Trump nombrara a Rubio.
Si bien Paraguay tiene afinidad con el Partido Republicano, ni Santiago Peña ni Ramírez Lezcano cuentan con el peso político que sí ostentan Uribe y Duque para la región y para dar forma a un eventual bloque antiprogresista en América Latina. Los cruces entre Rubio y Gustavo Petro se volvieron costumbre. El futuro jefe de la diplomacia estadounidense llegó a llamarlo "Gustavo 'Chávez' Petro" y lo describió como "líder marxista".
El actual mandatario colombiano ya vio la jugada meses atrás: "Duque quiere ser ahora el secretario general de la OEA". En Paraguay, la noticia se tomó con relariva tranquilidad, ya que la campaña de Ramírez está avanzada y Peña ya fidelizó apoyos importantes como el de Brasil, Uruguay, Chile y Bolivia. La duda está en el Caribe, más afín a Ramdin, y en algunos países centroamericanos, lo que llevó al canciller a amagar con bajarse.
El presidente lo convenció de mantenerse en carrera, como reveló LPO, y el triunfo de Trump hizo el resto. Si finalmente Duque resuelve competirle a Lezcano, será otro escenario, aunque no uno irremontable. Hasta que no se confirme, el Gobierno entiende que el camino a la elección no será un mero trámite ni una negociación automática.
Lo que puede llegar a desordenar Duque, en cuanto a los intereses de Peña y del propio Lezcano, es que el expresidente colombiano es parte del Foro Conservador, espacio creado por la familia Bolsonaro, donde también opera Uribe, el exsenador paraguayo Fidel Zavala y el excandidato chileno de ultraderecha José Antonio Kast.
Con el perfil de Uribe, Trump y Javier Milei podrían sentirse convencidos de que la candidatura más acorde podría ser la de Duque y no la de Lezcano. La posición de Paraguay para con Uribe y Duque fue siempre buena, en especial con el primero, a tal punto que el Congreso aprobó una resolución de apoyo al exmandatario y repudio a la "persecución política", cuando su proceso judicial en curso estuvo listo para el juicio oral.
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