El Ministerio Público ordenó la detención del director de la penitenciaría regional de Ciudad del Este, Rubén Ireneo Lombardo Cristaldo, y del jefe de Seguridad, Francisco Javier Torres, por permitir el ingreso de una furgoneta con fachada de una empresa operadora de cable que buscaba abastecer con todo tipo de estupefacientes a los miembros de la organización criminal brasileña Primer Comando Capital ( PCC).
Según el relato de la Fiscalía, la furgoneta era perseguida por agentes del Departamento de Automotores. Al momento de observar que el supuesto "delivery narco" ingresaba a la penitenciaría, el fiscal Alcides Giménez solicitó la verificación del vehículo a las autoridades, pero su pedido fue rechazado por el director de la cárcel.
Cristaldo no solo permitió que la furgoneta entrara al establecimiento carcelario, sino que apuró la descarga de forma casi inmediata a través de guardiacárceles y reos. El ahora exdirector de la penitenciaría ordenó borrar partes del registro en video grabado por las cámaras de seguridad.
"Me constituyo para realizar la verificación de la furgoneta. Solicito permiso a los coordinadores y al director de la cárcel, pero me pidieron una orden de allanamiento", indicó Giménez, quien levantó la alerta al departamento Antinarcóticos ante las informaciones sobre el transporte de drogas y alcohol para los líderes del PCC, la banda criminal que maneja el presidio.
Luego de siete horas, el fiscal antinarcóticos Manuel Rojas logró ingresar con agentes policiales y allanar varias celdas, donde se requisaron bebidas alcohólicas, marihuana, crack y cocaína. El viceministro de Política Criminal, Rodrigo Nicora, dijo que los nuevos directores y funcionarios pasarán por el polígrafo antes de acceder a nuevos cargos de responsabilidad y que el 80% de los encargados de penitenciarías fueron removidos.
"Trabajamos con lo que tenemos. Esa es la realidad. Buscamos los perfiles de acuerdo a los que menos problemas tuvieron en administraciones anteriores y, en base a eso, hacemos las designaciones. De todos los directores que estuvieron ocupando cargos, de los 18 centros penitenciarios, se cambió al 80%. Habrán sobrevivido dos por no haber tenido problemas o denuncias en sus funciones. Se hicieron bastantes designaciones nuevas", apuntó.
Hasta estas horas, la Fiscalía sigue realizando cateos en las celdas de los principales líderes del PCC que controlan a sus anchas la cárcel fronteriza más importante del país. Para el ministro Ángel Barchini es un nuevo golpe a su malograda gestión, que aún no puede llegar a una suerte de acuerdo con las bandas criminales. A eso se suma la bronca entre los guardiacárceles, que denuncian no contar con condiciones mínimas de seguridad, y la falta de apoyo oficial a sus planes para desconcentrar la población carcelaria.
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