
La reunión del directorio del PLRA prevista para este martes se suspendió horas antes porque supuestamente muchos de sus miembros se encuentran de vacaciones. Durante el encuentro, los liberales debÃan discutir, entre otros asuntos, los casos de nepotismo que salpican al principal partido de la oposición, por lo que son varios los correligionarios que sugieren una maniobra de último momento para no encender aún más la interna.
La decisión deja en una posición incómoda al lÃder del Partido Liberal, Hugo Fleitas, que condenó el tráfico de influencias al interior de la formación, pero sin condenar abiertamente a los diputados y senadores que ubicaron a familiares en la función pública. A los casos de Roya Torres y Cleto Giménez se sumaron los de LÃder Amarilla, afÃn a la actual conducción, y Édgar López, que rechaza el liderazgo de Fleitas y está alineado al grupo de Dionisio Amarilla.
El faltazo es un signo de debilidad del jefe de los liberales, que desde que desplazó a EfraÃn Alegre de la cúpula del partido, apenas ha podido imponer su estrategia y sanear las filas del PLRA de aquellos dirigentes que responden a Honor Colorado y se entienden mejor con la ANR. Sin embargo, para Fleitas no hay alternativa a la depuración del partido. Las presiones cruzadas son muchas y su actitud es tachada de ambivalente y poco enérgica incluso por quienes lo apoyan.
Los dirigentes de base del PLRA de Alto Paraná le pidieron al directorio que avance en la expulsión de Roya, que metió a su hijo de 19 años en Diputados como asesor, con un sueldo de 9 millones de guaranÃes. Pero la diputada, al igual que Cleto y López, es considerada "liberocartista" y el sector que comanda Dionisio hizo gala de su peso interno para frustrar la reunión del directorio. En otras palabras, movieron las fichas para dejar expuesto a Fleitas y minar su liderazgo, algo que parecen estar consiguiendo.
Después de que se filtrara un chat de WhatsApp en el que Dionisio llamara a ponerle una bomba a Fleitas y sus leales, el titular del PLRA apenas lo cruzó y dijo que "cada comentario que hace el senador es intrascendente". En cualquier otra circunstancia, un mensaje cargado de violencia hubiera supuesto una sanción o al menos un llamado de atención. Fleitas quedó solo, los liberales que salieron en su defensa fueron contados y Dionisio continuó con los dichos contra el lÃder liberal.
"EfraÃn, a pesar de todo, al menos era una figura con carrocerÃa, mientras que este es un Don Nadie, con una moral bastante cuestionada para lo que es la sociedad paraguaya, busca dictar cátedras", disparó el senador, entrando en el terreno personal y sembrando sospechas sobre la intimidad de Fleitas. En vez de reconducir al PLRA, dijo, Fleitas intenta "tapar su desordenada vida personal, con grandilocuentes declaraciones que lo único que hace es mostrar lo ruin que es".
Fleitas lleva cinco meses en el cargo, un tiempo equivalente al de Santiago Peña en la presidencia de la República, y todavÃa no pudo mostrar una hoja de ruta para refundar un partido al borde de la desintegración. Los comités se manejan como islas, sin una cabeza que unifique criterios, no hay noticias sobre la auditorÃa de la gestión de EfraÃn, que dejó al PLRA en bancarrota, el nuevo programa electoral carece de contenidos y propuestas, y el partido no garantiza siquiera su rol de oposición por las lealtades sueltas, aunque no pocas, que comulgan con el cartismo.
Varios dirigentes liberales preocupados con el destino del PLRA dijeron a LPO que el liderazgo de Fleitas tiene "problemas evidentes" para imponer su autoridad y algunos se preguntan si no es tiempo de apurar un relevo para intentar salvar al partido. Ricardo Estigarribia, con una lÃnea más dialoguista y una administración en marcha en el Departamento Central, aparece como una opción natural, pero el gobernador está concentrado en la gestión diaria y se mantiene deliberadamente al margen de las internas.
El interrogante es si los dirigentes liberales empujaran un cambio en la conducción, desertarán o seguirán navegando entra las aguas divididas del PLRA. Eduardo Nakayama, el primero en irse el año pasado, fue duro con su expartido. "El PLRA está infestado y en una situación terminal. Le veo mal y en una fase donde ya no quiere ver los problemas que tiene. El PLRA dejó de ser una opción y una alternativa", apuntó el senador, que viene agitando la idea de una nueva formación liberal.
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