Controlar la situación en el oficialismo está siendo difÃcil. Hay varios elementos que evidencia una descoordinación en Honor Colorado y genera malestares internos que golpean al movimiento. Las grietas son cada vez mayores.
Uno de los hechos que más afectan hoy al cartismo es la situación de Pedro Alliana. El vicepresidente es un pilar polÃtico del gobierno y la revelación del contrato de su hija Montserrat en Diputados con un alto salario le restó autoridad para mantener a las bases coloradas calmadas, como venÃa haciendo ante los pedidos de distintos ministros.
El cartismo puro y duro marca su ruptura con Beto y se confirma la fisura en Honor Colorado
Alliana es un lÃder de gran poder que hace de nexo entre el Congreso y el Ejecutivo, pero además controla a la dirigencia del Partido Colorado para sostener su respaldo al gobierno. El vice antecedió a Horacio Cartes como jefe de la ANR, es un hombre del partido y tiene buena llegada con los gobernadores y legisladores.
Su función es muy importante y una debilidad mÃnima de su figura afecta al control polÃtico que vino manteniéndose en estos cincos meses de gestión. Alliana vio golpeada su imagen luego de este mal paso, poco estratégico, que además hace crecer las crÃticas hacia el gobierno y el partido.
El vice evita responder a la prensa y resiste al pedido de que su hija renuncie, pese a que el propio Santiago Peña ya pedeció escraches en lugares públicos y lo mismo le sucedió a otros polÃticos. En la ANR algunos ya se preguntan en voz alta si no es hora de que Alliana repita el gesto que tuvo Beto Ovelar con su hijo Alejandro, que terminó dejando su puesto en la cámara baja.
Por otro lado, los reclamos de cargos, sobre todo de convencionales, que hasta pidieron una oficina en el Palacio de López, fueron públicos y van en aumento. En un encuentro partidario en Guairá, el presidente admitió -acompañado por Allianañ que buscan espacios en los organismos y empresas estatales para ubicar a la dirigencia en cargos públicos. Luego de conocerse la situación de privilegio de la familia Alliana aguantar la presión se volvió más difÃcil.
Pero hay un error de cálculo de Alliana que le pasó factura al gobierno por la falta de disciplina en el Congreso. Peña sacó adelante la ley que crea la superintendencia a un costo polÃtico demasiado alto. En un primer momento, el oficialismo se quedó sin quórum y más tarde el número dos del Ejecutivo no pudo garantizar el acompañamiento de los colorados disidentes, tras ir personalmente al Congreso para salvar a último minuto el proyecto.
El otro aspecto de debilidad del gobierno es la división interna. El cartismo tiene a varios referentes confrontados. No hay mucha afinidad entre los que responden a Cartes y los más cercanos a Peña. Es ahà donde entra Beto Ovelar, cercano al presidente, quien reconoció que no recibió apoyo de Honor Colorado cuando se destapó el escandaloso caso de su hijo contratado en Diputados y que tuvo que renunciar por la presión.
El senador indicó que sus compañeros incluso le criticaron públicamente. Uno de los que manifestó su desacuerdo con Beto es Yamil Esgaib, que le hizo cuestionamientos punzantes por las compras de sillas en el Senado, que se tuvieron que cancelar.
Beto tampoco tiene un buena relación con Basilio Núñez, hay disputa por liderazgos, sobre todo por la presidencia del Congreso. Recientemente, Bachi se lanzó contra Carlos Arrechea por el caso de su esposa, que ganó licitaciones del Estado luego de que el diputado se haya pasado de Fuerza Republicana a Honor Colorado. La crÃtica de Bachi alcanzó indirectamente a Peña, por su influencia en conceder los beneficios.
Otro hecho que golpeó al gobierno fue el malestar de intendentes y gobernadores por un proyecto de Peña que buscaba centralizar los recursos del Fonacide para la compra del almuerzo escolar. Los lÃderes regionales iban a ser relegados de la administración de los fondos, lo que no les agradó y el presidente tuvo que retroceder.
Finalmente, los casos de nepotismo no se detienen, todos los dÃas se expone algún contrato que choca con el tráfico de influencias y ya hay denuncias penales. El gobierno entró pidiendo austeridad en el uso del dinero público y prometiendo bienestar para la población, pero los contratos en situación de privilegio, sobre todo de hijos de polÃticos con millonarios salarios sin mérito ni formación, elevaron la indignación, que obligó incluso al Ejecutivo a apurar la ley del servicio civil para ordenar la contrataciones de funcionarios.
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