Los cientos de contratos en el Estado fenecen en junio y la dirigencia colorada se abre a negociar su pase al bloque peñista dentro de Honor Colorado. Pero a Santiago Peña lo identifican como un "Ãdolo con pies de barro", ya que si bien cuenta con la protección del cartismo y cada vez más disidentes, la dirigencia de base no se siente escuchada. En las seccionales y en la militancia, esperan por esos espacios en el gobierno que no llegan.
En las últimas semanas corrió la versión entre diputados, senadores y gobernadores disidentes de una vuelta a la filosofÃa de Concordia Colorada para dar sustento al peñismo. El movimiento fue impulsado por José Alberto Alderete, exvice del Partido Colorado, durante la última etapa del gobierno de Mario Abdo BenÃtez para unificar bajo una misma bandera las candidaturas en las municipales.
El acercamiento a Peña divide al equipo de Lichi y preocupan los contratos en el Estado
La idea de Concordia Colorada, como dejó en claro su nombre, sin eufemismos ni segundas interpretaciones, formaba parte del operativo conocido como "cicatriz" al interior de la ANR, en medio de la pandemia y la guerra sin cuartel entre Abdo y Horacio Cartes, poco antes de que el actual lÃder del coloradismo que hiciera con la conducción.
La candidatura de Carlos EcheverrÃa a la intendencia de Luque logró la victoria gracias a la unidad de los equipos de Añetete, que respondÃa a Abdo, Honor Colorado, de Cartes. Esa reagrupación de movimientos internos logró 112 candidaturas de las 123 que estaban en juego en 2021. La historia se repetirÃa en las municipales de 2026, pero bajo la figura aglutinadora de Peña, siempre que resuelva dar respuesta a los pedidos de las bases.
A esta ola se van sumando varios bloques de colorados disidentes en el Senado, como Mario Varela, y otros diputados, entre ellos Édgar Olmedo, por un vacÃo de liderazgo en el departamento de Caaguazú, donde la figura de Beto Ovelar, presidente saliente del Congreso, pasó a un segundo plano por el impasse con Cartes. En paralelo, el gobernador Marcelo Soto que ya está en la mira del cartismo.
Esta tendencia se replica también en Cordillera, donde el gobernador Denis Lichi y el diputado Hugo Meza plantearon a sus bases pasarse al peñismo, algo que no cayó bien y que incluso provocó fugas hacia el liderazgo de Miguel Olmedo, exviceministro de Salud y hombre de confianza de Cartes.
"Todo muy lindo que los gobernadores y senadores se pasen al peñismo, pero si Santiago Peña no da respuesta a la dirigencia es como un Ãdolo con pies de barro. El movimiento va a nacer muerto a pesar de la buena intención de los lÃderes departamentales. Es una prueba que se le da a Peña. Si él no reacciona va a conocer a la bases coloradas enojadas", dijo a LPO un convencional de Central.
Desde la pata más dialoguista de Fuerza Republicana y otros sectores no cartistas apuestan a la unidad de un bloque que responda a Peña y, en una misma movida, opaque la influencia de Cartes en las decisiones del gobierno. Dentro de todas estas negociaciones a puertas cerradas la moneda de cambio serÃa la chapa presidencial de Pedro Alliana y Raúl Latorre para 2028.
El abdismo quiere lanzar a Marito para la ANR pero el cartismo busca expulsarlo
Dentro de los principales cambios que se analiza para agosto es la llegada de Beto al gabinete, junto a Raúl Latorre, a quien se lo señala incluso como el ministro de Salud en reemplazo de MarÃa Teresa Barán, pese a contar con el apoyo de Tony Barrios y Juan Afara. Las designaciones no están cerradas, pero sà sobre la mesa, dijeron fuentes coloradas a este medio.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.