
Entre los funcionarios más resistidos por la dirigencia colorada y los parlamentarios del oficialismo se destaca sin dudas Oscar Orué, director nacional de Ingresos Tributarios (DNIT). El "recaudador en jefe" del Gobierno viene sufriendo los embates de diputados cartistas e incluso el vicepresidente Pedro Alliana y el titular de la cámara baja, Raúl Latorre, llegaron a pedir su cabeza ante la negativa de Orué de cumplir con los cupos polÃticos.
Las bases acusan a Orué de liderar un esquema de recaudación y negocios en la DNIT que lo blindarÃa ante Santiago Peña y le convierte en un suerte de "intocable" en el equipo del presidente, ya que solo acepta órdenes directas del número uno del Ejecutivo. De hecho, en la última convención de la ANR, los dirigentes sopesaron presionar por su destitución al no estar afiliado al partido. En otras palabras, dudaban de su lealtad hacia los correligionarios.
Gamarra tilda a Orué de fariseo por negarse a ubicar amigos en la DNIT
A partir de los chats que fueron filtrados del celular de Eulalio "Lalo" Gomes salió a la luz una conspiración orquestada por un grupo de legisladores del oficialismo enojados con Orué por su decisión de trasladar de Aduanas al hermano del diputado Carlos Godoy. El hecho provocó la ira de los cartistas en el Congreso, que incluso reclutaron a Alliana en su cruzada contra el titular de la DNIT.
Entre los principales enemigos que ganó Orué se destaca el polémico diputado Rodrigo Gamarra, quien alentó a sus colegas a convocar a una reunión de bancada para avanzar en el pedido de destitución del funcionario. La moción fue secundada, entre otros, por el hoy exdiputado Orlando Arévalo. "Este tipo es un bocón hijo de puta. Le cuenta y le dice a todo el mundo que él le lleva USD 500.000 al presidente. No podemos permitir que un funcionario de quinta categorÃa amedrente a la bancada más poderosa", aseguró Gamarra.
Orué se queda con la Conajzar y suma poder en su momento de mayor popularidadLos audios solo hicieron público lo que el diputado ya pensaba del director de Tributaciones. El año pasado, Gamarra expuso la disputa con Orué y llegó a describirlo en X como "simple mediocre, petulante y fariseo". "Lo que se va conociendo es tu carácter de vedette y charlatán. Fariseo que durante cinco años no te diste cuenta ni con 40 camiones pasando de contrabando", escribió entonces.
Orué salió al cruce del complot revelado a través del celular de Gomes -el plan habÃa sido discutido en el grupo de WhatsApp de los diputados de Honor Colorado. "Estoy todavÃa en el cargo, quiere decir que no cumplieron su objetivo", ironizó el titular de la DNIT, quien atribuyó la jugada a una campaña para bajar el nivel de controles en los puestos aduaneros.
Orué dijo contar con el respaldo "total" del presidente, a quien responde directamente en relación con los avances en polÃtica tributaria, negó haberle llevado dinero y desafió a Gamarra a ratificar sus dichos ante un escribano. En verdad, la dirigencia está molesta porque los excesivos controles de la DNIT desbarataron los viejos negociados que antes forraban a los funcionarios aduaneros. Pero no es la única objeción.
Otro enemigo acérrimo de Orué es Yamil Esgaib, que también se unió a la campaña de choque ante la imposibilidad de meter a gente de su equipo en la DNIT. "Le hablo a los ministros, no sé qué es Óscar Orué, que anda más chuco que Superman, dijo que pedimos su destitución y que ayer vino y no le saludamos prácticamente", apuntó en agosto.
Peña cuenta con dos personas que hoy constituyen un muralla que no acepta pedidos de cupos polÃticos y nuevos negocios. Ellos son el ministro de EconomÃa, Carlos Fernández Valdovinos, y Orué. En la dirigencia admiten que los dos "no comen ni dejan comer" y que todo tipo de negocio dentro del Estado son direccionados a gente de su entorno, fuera de los grupos polÃticos mayoritarios.
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