
Fuentes del Gobierno confirmaron a LPO que el convenio con la DEA se mantendrá, lo que implicarÃa una profundización de la presencia de la agencia estadounidense dentro de las instituciones del Estado. Tras el papelón de Jalil Rachid, la DEA podrÃa ingresar también a la Seprelad y a la DNIT, aunque la idea todavÃa no está cerrada. Ahora Santiago Peña enfrenta dos problemas igualmente urgentes: salvar la cooperación con Estados Unidos en materia antidrogas y definir el futuro del ministro de la Senad, resistido dentro del gabinete.
Para el lÃder de bancada de Honor Colorado en el Senado, Natalicio Chase, la responsabilidad recae sobre Rachid, aunque no se animó a sumarse al pedido de renuncia. Mientras tanto, el titular del Congreso, Basilio "Bachi" Núñez, minimizó lo ocurrido e incluso festejó que se haya conseguido más cooperación. "No veo una crisis internacional y mucho menos una nacional. Hay un sector polÃtico y de la prensa que trata de instalar ese relato", apuntó.
El Gobierno pidió a la DEA que ignore la nota de Rachid para salvar la asistencia
Pero en el área de seguridad se inclinan más por la postura de Chase. Cibar BenÃtez, director de Codena, Enrique Riera, titular de Interior, y Marco Alcaraz, ministro de Inteligencia creen que Peña tiene que echar a Rachid después de haber enviado la carta a la embajada de EEUU en Asunción en la que pedÃa el cese de la cooperación con la DEA. Según pudo saber este medio, al ministro de la Senad le cuestionan haber pasado por alto al presidente y desencadenado una crisis con Washington, aunque Bachi lo niegue en público.
Peña tuvo que poner al frente a BenÃtez, un hombre de confianza que además tiene diálogo directo con los norteamericanos. Por pedido del presidente, la DEA retirarÃa la contestación que hizo a la nota de Rachid, enviada el 6 de diciembre a Estados Unidos, en la que solicitaba un corte administrativo en la Unidad de Inteligencia Sensible (SIU), que colabora con la Senad.
En el escrito, los estadounidenses indicaban que los equipos e insumos utilizados en el marco de la cooperación debÃan transferirse de nuevo a Estados Unidos si es que Paraguay renunciaba a la asistencia. La respuesta a Rachid fue enviada el 17 de diciembre y en ella explicaban que Paraguay podÃa prescindir de la cooperación, pero que el contrato sellado por Rachid ya estaba sin efecto porque uno nuevo habÃa sido firmado en 2022.
Rachid dijo que el documento de la cooperación vigente no estaba dentro de los registros del Estado. Por lo tanto, el ministro antidrogas mandó una carta por su cuenta, desconoció el convenió de 2022 e informó más tarde al presidente, y de forma parcial, lo que habÃa sucedido. En el entorno de Peña preocupa la imagen sobre su autoridad, sobre todo cuando Rachid no cuenta con un respaldo imbatible en el comando polÃtico de Honor Colorado, por lo que su eventual salida no originarÃa una disputa al interior del cartismo.
Según contaron fuentes en off a LPO, Peña considera que Rachid es un funcionario honesto que no ha sido salpicado por denuncias de corrupción o irregularidades en la Senad y que merece quedar en el puesto. De cierta forma, si lo echa podrÃa demostrar debilidad o, peor aún, que la crisis con EEUU es más fuerte de lo que el Gobierno quiere admitir.
Villate desliza que la ruptura con la DEA fue filtrada por un funcionario "pichado"
La estrategia del Gobierno ahora es dar a entender que la administración de Mario Abdo BenÃtez quiso embarrar la cancha. Varios senadores como Celeste Amarilla, Eduardo Nakayama y Éver Villalba criticaron las desprolijidades de Rachid y el Gobierno, por lo que insisten en que el ministro antidrogas abandone su puesto. Rachid, aquel 7 de diciembre, habÃa aclarado que el pedido que realizó tuvo la aprobación de Peña, que en ese entonces estaba fuera del paÃs.
"TenÃamos que estar ante un Rachid renunciante. El presidente Peña es muy magnánimo al permitirle seguir en el cargo. La responsabilidad, obviamente, es de él, ya que desconociendo un convenio firmado en el 2022, toma esta decisión. Pero Peña tiene que ser más valiente", disparó Amarilla.
Rachid empezó a deslizar el quiebre con la DEA después de que apartaran a la Senad del operativo que terminó con la muerte de Eulalio "Lalo" Gomes, pero su prédica no tuvo mucho eco ni en el Gobierno ni en el comando cartista, donde también están sorprendidos por la jugada del ministro. La decisión sobre su suerte depende de Peña, aunque por el momento Rachid no asumirá el costo polÃtico de la crisis que provocó.
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