Luego del éxito de la Operación Veneratio, el Ministerio del Interior analiza la posibilidad de ampliar la cobertura de la Fuerza de Tarea Conjunta ( FTC), actualmente apostada en tres departamentos, al resto del país. Enrique Riera busca que los militares brinden apoyo táctico a la Policía Nacional en el marco de la ampliación del estado de emergencia penitenciaria, que estipula una lucha frontal contra el narcotráfico.
En el operativo Ignis, llevado a cabo en el departamento de Canindeyú, la unidad entre la Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD) y la FTC permitió dar un golpe certero a la organización criminal liderada por Felipe Santiago Acosta Riveros, alias "Macho", dedicada al negocio narco y al tráfico de armas. El propio Santiago Peña reivindicó el accionar conjunto de los agentes.
"Hoy ejecutamos exitosamente la Operación Ignis, que estuvo encabezada por la SENAD y el Ministerio Público con el apoyo de nuestra FTC para golpear a un grupo criminal que operaba en Canindeyú. Avanzamos firmemente y con determinación hacia nuestra meta de lograr un país más seguro para todos", celebró el presidente. Los planes de Riera tienen el aval explícito del mandatario.
La FTC, creada durante el gobierno de Horacio Cartes en 2013, tuvo que sortear una serie de modificaciones a la ley de Defensa Nacional y Seguridad Interna antes de ver la luz, sobre todo para hacer compatible la militarización de los departamentos de Amambay, Concepción y San Pedro con la Constitución. En ese entonces, el presidente buscaba neutralizar al Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), hoy una guerrilla marginal que está lejos de ser la principal amenaza del país.
Desde el vamos, la FTC se enfrentó a denuncias de inconstitucionalidad, ya que el rol de las fuerzas militares está acotado a la defensa de la integridad territorial. Hasta la fecha, el Estado ha invertido en estas fuerzas especiales más de 50 millones de dólares, sin muchos resultados en su objetivo de combatir al EPP. Pero con el auge del crimen transnacional, que tiene a Paraguay como una plaza clave en Sudamércia, la colaboración entre policías y militares ofrece un modelo que Peña y Riera aspiran a aprovechar.
Riera sostuvo "que la Policía Nacional y las Fuerzas Militares unidos son invencibles" y confirmó así la tendencia a fortalecer a la FTC y darle el sosten jurídico que le habilite a actuar fuera de su cobertura por la cual fue creada. Todavía está por verse cómo se dotará de amparo legal la extensión que prepara el ministro de Interior, que ahora puja por aprobar su reforma policial en el Congreso y ve cómo su par de Justicia, Ángel Barchini, avanza en la extensión de la emergencia penitenciaria que le permitirá acaparar más recursos.
"Todos los policías y militares fueron entrenados por paraguayos capacitados en Estados Unidos y Colombia. Esto demuestra el éxito del trabajo combinado de estas fuerzas. Con esto se puede analizar cómo fortalecer la FTC ampliando su área de cobertura", indicó a LPO una alta fuente del Ministerio del Interior.
Operación Veneratio: por qué Peña dejó de lado a Barchini y se apoyó en Riera y González
Para José Amarilla, experto en crimen organizado, el nivel de eficacia de la Operación Veneratio en Tacumbú fue del 99%, por lo que el saldo del poder de fuego empleado por la Policía estuvo dentro de los márgenes que calculaba la institución. "La letalidad de esta operación táctica es del 1% con 11 fallecidos entre la población penal. Es decir, que el nivel de violencia fue tan bien empleado que arrojó una letalidad del 1% del potencial oponente", subrayó.
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