Horacio Cartes se acercó a los presidentes de seccionales de Central, saltando la prelación del mando dirigencial dentro del Partido Colorado, y desató una guerra con las bases por los espacios en el gobierno de Santiago Peña. Ante este escenario, los convencionales asumieron el desafío de retomar el protagonismo en la ANR y ya deslizan la posibilidad de presentarse de forma independiente por cargos electivos en las próximas municipales.

Desde el comando político de Honor Colorado se bajó una línea clara: esquivar el liderazgo de los convencionales a nivel país, que se ubican en un escalón por encima de los presidentes de seccionales dentro del esquema jerárquico de la ANR. El cartismo no quiere ceder a los constantes reclamos de la dirigencia de la primera hora, que insiste en las promesas incumplidas y señala tanto a la cúpula colorada como al Ejecutivo, y el impasse podría tornarse irreversible.

La primera llamada de atención fue lo ocurrido el sábado pasado en Alto Paraná por el desplante de los parlamentarios cartistas al encuentro de confraternidad organizado por el Consejo de Convencionales del departamento. El plantón fue entendido como una señal clara de cómo el cartismo enfocará los trabajos electorales para 2026.

Cartes busca una tregua con la dirigencia de Central para frenar a Estigarribia

Esta teoría se confirma con la convocatoria que Cartes realizó el martes con los presidentes de seccionales de Central, en un intento por ganarse a las bases, luego de que en julio tildara a los dirigentes de traidores por no impedir el triunfo del PLRA de la mano del gobernador Ricardo Estigarribia.

Santiago Peña y Horacio Cartes. 

Los convencionales aplaudieron la iniciativa de Cartes de acercarse a la dirigencia partidaria, pero al mismo tiempo pidieron que responda al reclamo de los "soldados" de la primera hora que mojaron la camiseta para consagrar a Peña como sucesor de Mario Abdo Benítez y que reponga a aquellos que fueron perseguidos por la oposición y la disidencia acomodadas en el gobierno central.

El convencional de Lambaré y excoordinador de Funcionarios Colorados del Instituto de la Tierra (Indert), Nicolás Yegros, confesó que sentarse al lado de Cartes en los encuentros partidarios no representa ninguna garantía. A pesar de haber recibido a Peña en su casa y haber organizado equipos para la campaña de 2023, dijo, fue desvinculado de su cargo y quedó sin el apoyo de las autoridades coloradas.

A los que perdieron se les premia. Yo le tuve a Santi Peña en mi casa, imaginate. Cuando nadie quería agarrar su candidatura en Lambaré. ¿Vos pensás que Peña o Cartes dicen 'tenemos que reponerlo en su cargo'? No

"Incluso dirigentes de otros partidos tienen cargos importantes hoy. A los que perdieron se les premia. Yo le tuve a Santi Peña en mi casa, imaginate. Cuando nadie quería agarrar su candidatura en Lambaré. ¿Vos pensás que Peña o Cartes dicen 'tenemos que reponerlo en su cargo'? No. Hace seis meses que está en proceso mi designación. Tadeo Rojas y Fernando Ayala me llamaron días antes de la convención por mi voto para aprobar el balance de Alliana. Nos utilizaron como siempre", lamentó Yegros.

Mario Abdo Benítez.

Agencia IP

Sin embargo, dentro del proceso de autocrítica que van asumiendo, los convencionales evalúan la necesidad de iniciar campañas independientes para pelear por cargos electivos con el objetivo de retomar el poder político dentro del partido. Prácticamente sin respaldo de la ANR, la meta es elaborar listas competitivas para presionar al cartismo. 

La vuelta de Marito divide las aguas en Alto Paraná y los colorados condicionan al Clan Zacarías

Esta jugada, de concretarse, dividiría las aguas en las filas de la dirigencia y sería un golpe certero a la autoridades de Honor Colorado, ya que posicionaría candidaturas en los sectores de la oposición interna, en sintonía con la estrategia que prepara el abdismo.

Una nota del Consejo de Convencionales de Central fue presentada meses atrás al presidente del Partido Colorado para forzarlo a organizar un encuentro y limar las asperezas. Hasta la fecha sufren el ninguneo y el desaire del exmandatario, pero admiten que la paciencia también tiene un límite.