En el Partido Colorado tomaron nota del costo polÃtico de la ley que crea la superintendencia de jubilaciones y pensiones. El proyecto fue empujado en el Congreso sin el consenso suficiente, en un proceso récord -el martes pasó en el Senado y al dÃa siguiente se sancionó en Diputados en la tercera sesión extraordinaria, tras dos intentos fallidos por la mañana- y en medio de la movilización de sindicatos y grupos de jubilados. El propio Horacio Cartes salió a distanciarse la reforma.
"Creo que es un tema que merece más debate. Fue lo que más saqué entre lÃneas, que este partido sigue abierto a las discusiones. Este proyecto de ley es histórico para la vida y la salud de la República. El partido se ha abierto de par en par para seguir hablando de este tema que considero importantÃsimo, y que realmente se evalúe en su debida forma la importancia", apuntó el lÃder de la ANR durante la última sesión ordinaria de la Junta de Gobierno del partido.
Cartes interpretó "que la gente reclamó" sobre la forma en que se manejó el gobierno. "Felicitaba la ley, pero reclamaba la falta de más debate. Que sigan los debates. No tengo dudas de que se van a cosechar muchas más felicitaciones", sostuvo el expresidente, acompañado del secretario polÃtico del partido, Juan Carlos Baruja, y Felipe Salomón, intendente de San Lorenzo y secretario politico de la Junta.
El mensaje de Cartes era una forma de distanciarse de la resolución de la Junta, que el miércoles por la tarde se apuró a publicar un texto en apoyo a la decisión del Congreso y al gobierno de Peña. La reforma que toca a las cajas de jubilaciones es la iniciativa que más resistencia generó en los primeros 120 dÃas de Peña al frente del Ejecutivo, con una repercusión inevitable sobre una porción de los votantes de la ANR.
El tratamiento de la ley supuso un freno a la ilusión de reunir a todos los colorados bajo una misma bancada en Diputados, como proyectaban Peña y Pedro Alliana. El presidente venÃa trabajando en esta lÃnea e intentó convencer hasta último momento a los legisladores de Fuerza Republicana para que dieran quorum y facilitaran la aprobación del proyecto. Pero las esquirlas también llegaron al Senado.
En la cámara alta, senadores del cartismo se resistieron a discutir la ley la semana pasada, cuando Peña ordenó agilizar el trámite parlamentario. El proceso se demoró una semana y terminó con el jefe de la bancada de Honor Colorado, Basilio "Bachi" Núñez, poniendo su liderazgo a disposición del partido. Según pudo saber LPO, la norma fue el detonante de una relación tirante al interior del grupo cartista, que buscó la mediación de Cartes para destrabar el asunto.
Como adelantó este medio, Peña consiguió aprobar la ley para cumplir con los compromisos establecidos por el gobierno de Mario Abdo BenÃtez con el FMI y asà garantizar el desembolso de un préstamo del organismo. Restan otras reformas estructurales y el Ejecutivo necesita reducir las fricciones con el Congreso y las bases coloradas, que se quedaron sin argumentos para defender la campaña oficialista a favor del proyecto. Dependerá de la muñeca polÃtica del presidente evitar que los debates a futuro no choquen con las filas de la ANR.
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