El ahora exsuperintendente de valores, Joshua Abreu, abandonó el cargo este martes de manera sorpresiva y ahora el Ejecutivo tendrá que enviar una terna al Congreso para sustituirlo. Abreu sale para dedicarse a su actividad como pastor, aunque en los últimos tiempos perdió poder dentro de la estructura del Gobierno. El líder actual de la iglesia Centro Familiar de Adoración (CFA) argumentó motivos personales para ajejarse del ente regulador del sistema de valores del país.

Fuentes de LPO indicaron que en cierta forma es un argumento acertado, sin embargo, la dependencia que ahora tiene la entidad del Banco Central del Paraguay habría pesado para que diera un paso al costado. La Superintendencia de Valores fue una creación del Gobierno de Santiago Peña, que decidió sustituir a la Comisión Nacional de Valores, ente que era autónomo y funcionaba por fuera del BCP.

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Abreu había ocupado el cargo durante todo el mandato de Mario Abdo Benítez. Su salida llamó la atención por la cercanía que tiene con el jefe asesor político de la Presidencia, José Alberto Alderete, su suegro y a la vez congregado en el CFA. Aparte, la iglesia de Abreu también cuenta con una cercanía política muy estrecha con el cartismo, más aún luego de las últimas elecciones. 

Bethany Abreu y Santiago Peña.

Presidencia

El CFA es una iglesia neoconservadora que se posiciona en contra de la identidad de género, el aborto y el feminismo, entre otras posturas y temas asociados con el progresismo. De hecho, fue una de las iglesias que se mantuvieron movilizadas en la última parte del periodo de Abdo Benítez en oposición al convenio educativo con la Unión Europea.

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Los Abreu también trabajaron en un proyecto de ley para sustituir el acuerdo para la transformación educativa que impulsaba Bruselas. El documento fue entregado directamente por la madre de Joshua a Peña cuando fue a visitar el templo ubicado sobre la avenida España, apenas puso un pie en el lugar.

La salida de Abreu se presentó, en realidad, como un abandono cordial motivado por los fieles del CFA, que le pidieron que se hiciera cargo del tempo. Su madre también es una de las autoridades de la congregación, una de las más importantes de Paraguay, con llegada al Gobierno -a através de Alderete- y del Partido Colorado, cada vez más escorado a posiciones reaccionarias.