El problema no es por los votos, dicen en la bancada oficialista del Senado. El proyecto de ley que crea la Superintendencia de Jubilaciones podrÃa aprobarse la próxima semana, pero a un costo polÃtico alto y con la amenaza de un desgaste prematuro a la vuelta de la esquina. Esa una cuestión del Ejecutivo, no del Congreso, que puja por mantener su autonomÃa relativa y darle aire a la norma que genera el rechazo de los sindicatos, grupos de jubilados y hasta aliados del oficialismo.
Por eso en Honor Colorado defienden la posición de postergar el tratamiento de la ley hasta que el ministro Carlos Fernández Valdovinos presente una serie de reformas que vayan acompañadas de una estrategia de comunicación de cara a la sociedad. "Hay que explicar de qué va la ley", dijo a LPO un senador crÃtico con la falta de entendimiento entre la bancada de HC y el titular de EconomÃa.
"No se hizo el trabajo para convencer al estamento trabajador como dijo el ministro", achacó uno de los aliados habituales del cartismo. El baño de realidad llegó con todo este viernes, cuando Santiago Peña enfrentó un escrache de un peregrino en la BasÃlica Menor de Caacupé, que fue acompañado de silbidos y un duro discurso del obispo Ricardo Valenzuela. Hasta ese momento, todas las posibilidades estaban sobre la mesa.
El gobierno insiste en que la reforma lleva tiempo estancada, se discutió con los representantes de los sectores afectados y no pondrá en riesgo la sustentabilidad de las cajas jubilatorias. Lea Giménez rompió el silencio y salió a reivindicar el proyecto, mientras que Peña abandonó el tono conciliador y cruzó a los sindicalistas como Pedro Halley que "salen a criticar por el simple hecho de no tener un cargo".
La bancada oficialista quiere cerrar frentes dentro de la cámara alta. La semana que viene deberá tratarse el pedido de pérdida de investidura de Hernán Rivas por su supuesto tÃtulo falso de abogado, un debate en el que la oposición busca desacreditar a los cartistas y el propio gobierno. En ese contexto, la discusión de la reforma previsional serÃa más dura de afrontar para HC y, sobre todo, para sus socios.
Luego del revés de anteayer, los senadores del cartismo creen que el receso parlamentario calmará las aguas y dará tiempo al gobierno para hacer una contrapropuesta más atractiva. Sin embargo, hay una grieta en la bancada. Basilio "Bachi" Núñez y el núcleo más duro de HC insiste en que la norma no derogará ningún artÃculo de la ley que regula el Instituto de Previsión Social (IPS) y que la Superintendencia tendrá un rol de fiscalizador, no de interventor.
Ese sector de HC concibe la ley como una suerte de guerra contra los bancos, donde van a parar buena parte de los aportes jubilatorios. Los legisladores ven una fuerte campaña mediática que el gobierno no ve o no quiere desarmar. Si no hay voluntad para hacerlo, razonan, habrá que ir a fondo con la iniciativa y aprobarla lo más pronto posible. Pero no es la postura que prima en la mayorÃa de los senadores cartistas.
El otro grupo, más grande, que pide cautela y espera es el que representa el titular del Senado, Silvio "Beto" Ovelar, que buscar evitar otro fracaso oficialista en la sesión del miércoles. Ese sector del oficialismo espera convencer al gobierno de la necesidad de dar tiempo a que el gabinete ofrezca garantÃas y argumentos a los poco convencidos. Es el mismo sector que intenta crear un equilibrio entre el Congreso y el Ejecutivo.
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