Santi está eufórico. La clasificación de la albirroja al mundial de 2026 fue utilizado por el presidente como una suerte de trampolÃn para relanzar su imagen y capitalizar los logos deportivos como propios.
El presidente de la Asociación Paraguaya de Fútbol, Robert Harrison, posteó una publicación en redes con el tÃtulo "Renacer albirrojo" y remarca los campeonatos en torneos juveniles, la clasificación a los Juegos OlÃmpicos de 2024 y este pase al próximo mundial.
Es evidente que el gobierno busca capitalizar todos estos logros y conectar con la población paraguaya a partir de la fiebre mundialista.
Este era uno de los objetivos de Alejandro DomÃnguez, presidente de la Conmebol, que operó con fuerza para esta suerte de renacer futbolÃstico y tiene garantizada la presencia en el mundial de 2030 por ser uno de los organizadores. Es decir, Paraguay tendrá participación en dos mundiales consecutivos.
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DomÃnguez logra tapar las enormes crÃticas a una gestión marcada por fuertes crÃticas por la organización de la última Copa América en Estados Unidos o el polémico fallo en contra de Independiente por los disturbio con la Universidad de Chile en la Copa Sudamericana.
Pero a esta alegrÃa desmedida se topa con las crÃticas de los sectores productivos del paÃs. En ese sentido, la Asociación de Emprendedores del Paraguay (ASEPY) expresó su preocupación por el impacto que tendrÃan la declaración de feriado.
ASEPY argumenta costos laborales adicionales, desorganización en la operativa y pérdida de previsibilidad en la gestión de negocios y sostiene que "la celebración no se convierta en una carga para los principales empleadores del paÃs".
Asimismo, la Unión Industrial de Paraguay difundió un comunicado en donde celebra "con orgullo el esfuerzo, el compromiso y cada logro deportivo que une a la nación" pero aclara que "el progreso del Paraguay no se construye con feriados innecesarios, que terminan repercutiendo en la producción y en los costos".
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El texto continúa: "La verdadera celebración se da trabajando, produciendo y generando más desarrollo para todos. Por ello, consideramos que la alegria nacional debe convertirse en un impulso para seguir construyendo futuro".
"El Paraguay se engrandece cuando celebra con pasión, pero también cuando transforma esa energÃa en más producción, más empleo y más oportunidades", finaliza.
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