
Las comitivas paraguaya y brasileña tendrán una bilateral en Brasilia donde Santiago Peña y Lula da Silva intentarán un acuerdo previo a la negociación del Anexo C de Itaipú. Peña apunta a subir la tarifa actual y quedar en un punto medio, pese a la presión en ambos paÃses.
Sin información oficial, el gobierno concretó una reunión para el próximo lunes entre las delegaciones de ambas márgenes de la hidroeléctrica, según pudo saber LPO, con el objetivo de cerrar el acuerdo sobre el monto de la tarifa de la energÃa de Itaipú antes de comenzar a negociar el Anexo C del tratado.
El presidente viajará a Brasilia directamente de Guatemala, donde se encuentra para asistir a la toma de mando de Bernardo Arévalo. La Presidencia no informó sobre el viaje del mandatario, que solo se supo mediante la divulgación del documento de la comunicación que hizo Peña al presidente de la Comisión Permanente, Solym Soroka, sobre su ausencia de paÃs y su estancia en Brasil el lunes.
No se cuenta aún con la agenda del dÃa, pero se espera que al final de la bilateral se realice una declaración conjunta entre Peña y Lula. El presidente estará acompañado por el canciller Rubén RamÃrez, la jefa de Gabinete Lea Giménez, el ministro de EconomÃa, Carlos Fernández Valdovinos, el ministro de Industria, Javier Giménez y el director de Itaipú, Justo ZacarÃas.
Por Brasil participarán, además de Lula, el ministro de Relaciones Exteriores Mauro Vieira, el embajador de Brasil en Paraguay, José Antonio Marcondes de Carvalho, la secretaria de América Latina y el Caribe Gisela Maria Figueiredo Padovan, el embajador Ricardo Monteiro, el embajador Audo Faleiro y Enio Verri, director general brasileño de Itaipú.
El encuentro se da luego de que los funcionarios de Itaipú, tanto del lado brasileño como del paraguayo, denunciaran que están con los salarios paralizados desde diciembre porque el gobierno de Lula buscaba cerrar el acuerdo para la tarifa por contratación de energÃa lo antes posible. La medida de presión, destinada a apurar a Santiago Peña, afecta a empleados, proveedores y prestadores de servicios de la binacional.
Desde el año pasado, Paraguay y Brasil vienen pateando para adelante el cierre de la tarifa, que evalúa anualmente. El problema está en que Lula pretende una tarifa más baja para beneficiar a los usuarios finales, mientras que Peña quiere subir el precio porque de esa manera puede recibir más dinero por la venta del excedente de energÃa que cede al paÃs vecino.
La última tarifa, que es la vigente, es de US$ 16,71 por kilowatt al mes. Si las partes no resuelven el ajuste, ese monto seguirá durante todo el 2024. Fuentes cercanas a la administración de la binacional dijeron a este medio que la decisión de Brasil de trancar los pagos es una estrategia para que Paraguay ceda un poco más en su postura y que la tarifa por contratación de energÃa baje a un número de un solo dÃgito.
Del lado paraguayo dicen que la excusa de que la resolución de una nueva tarifa repercute en el pago de los salarios es falsa, debido a que la empresa sigue funcionando y durante 2023 prácticamente no se hizo ningún reajuste e igualmente los sueldos se siguieron pagando. Pese a la buena sintonÃa entre los dos mandatarios, la cuestión energética es un punto de discordia entre ellos y Peña optó por plantarse.
"Paraguay siempre estuvo con una postura a favor de tener una tarifa alta, aunque siempre que negociaron, se conformó con la tarifa intermedia actual. En realidad lo que deben hacer es ir a la baja y negociar distinto la cesión", apuntó la ingeniera y exviceministra de Minas y EnergÃa, Mercedes Canese.
Por otra parte, Canese dijo que Brasil tiene argumentos para defender una tarifa baja porque la deuda para la construcción de la represa ya fue cancelada y, por lo tanto, la carga en el precio de venta también debe disminuir. En este escenario, Paraguay tendrÃa que enfocarse en intentar la venta de energÃa a precio de mercado, para no estar subsidiando la energÃa a Brasil, de acuerdo a la exfuncionaria del gobierno de Fernando Lugo.
El jueves, el diario Folha de São Paulo publicó que la binacional estaba operando con restricciones financieras porque los representantes paraguayos se niegan a pactar el presupuesto para este año. Sin embargo, la respuesta del gobierno de Peña es un mÃnima resistencia ante la presión de Brasilia.
En Brasil denuncian que es la primera vez que los desembolsos quedan frenados por la falta de definición en la tarifa. Los funcionarios, unos tres mil en total, podrÃan quedarse sin cobrar los sueldos este mes. Desde la margen derecha de la hidroeléctrica hay preocupación por el impasse, pero en Paraguay contestan que los brasileños no están dando espacio a un consenso conveniente para las partes. Al menos hasta la semana que viene.
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