Paraguay es reconocido a nivel mundial por su modelo energético sustentado casi en su totalidad por fuentes hidroeléctricas, con Itaipú, Yacyretá y Acaray. Sin embargo, la necesidad de tener nuevas fuentes de energÃa se hace más urgente y la nuclear asoma como una alternativa, pero requiere de una inversión estimada de USD 4.500 millones.
Para 2030, el paÃs podrÃa enfrentar un déficit energético significativo, impulsado por el crecimiento de la demanda interna, el desarrollo industrial, la digitalización de la economÃa y el aumento de las criptominerÃas, que tienen un alto consumo de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE).
En este escenario comienzan a surgir debates sobre la necesidad de diversificar la matriz energética nacional e incorpor fuentes que aseguren sostenibilidad a largo plazo. Una de las opciones sobre la mesa es la energÃa nuclear, una alternativa que levanta expectativas y no escapa a las controversias.
Si bien se trata de una fuente con alto rendimiento y baja emisión de carbono, su implementación requiere un análisis profundo en términos de viabilidad técnica, aceptación social, legislación especÃfica y cooperación internacional. Con todo, la generación de nuevas fuentes de energÃa se enmarca dentro de la polÃtica del Gobierno de Santiago Peña.
"El paÃs avanza en un plan nacional de energÃa nuclear, que contempla la instalación de reactores modulares pequeños (SMR). Se trabaja con el OIEA, universidades y entidades locales para elaborar una hoja de ruta. El costo de inversión estimado es de USD 4.500 millones para 900 MW. La modularidad de los SMR permite escalabilidad. Se prevé una operación con un costo nivelado de USD 65 a 100/MWh", reza parte de un informe de la Unión Industrial Paraguaya (UIP).
Paraguay no cuenta actualmente con infraestructura ni experiencia directa en energÃa nuclear para generación eléctrica, pero existe la iniciativa del Gobierno y del sector privado de establecer acuerdos para concretar inversiones en esa dirección.
Los expertos consideran que la nuclear podrÃa complementar la generación hidroeléctrica en épocas de sequÃa o cuando la capacidad de Itaipú y Yacyretá esté comprometida por factores climáticos o por el incremento de la demanda. Un dato no menor es que los reactores modulares de nueva generación permiten desarrollar proyectos a escala más accesible, con menor inversión inicial, mayor seguridad y tiempos de construcción más reducidos que las plantas convencionales.
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Desde el sector privado aseguran que Paraguay podrÃa exportar uranio. El yacimiento de Yuty, certificado por el OIEA, tiene capacidad para cubrir 20 años de demanda de reactores argentinos. Se estima una ganancia neta de más de USD 2.000 millones. Incluso la incorporación de energÃa nuclear y la producción de uranio podrÃan aumentar el PIB en un 6% en solo 5 años, generar 20.000 empleos directos y fomentar el desarrollo industrial.
En medio de la posibilidad de producir energÃa nuclear y la exportación de uranio, el Gobierno de Peña pretende construir 22 pequeñas centrales hidroeléctricas en rÃos internos a través del Viceministerio de Minas y EnergÃas. La inversión estimada es de USD 1.400 millones y la intención es que las obras se lleven a cabo con capital privado.
Actualmente, la potencia disponible en Paraguay es de 8.760 MW, gracias a la generación de las dos centrales hidroeléctricas, y podrÃan producirse unos 400 MW adicionales con las 22 centrales hidroeléctricas que se proyectan en los rÃos internos. Prácticamente serÃa el doble de lo que genera la central hidroeléctrica de Acaray.
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