
Según el diario Folha de S. Paulo, el sector energético brasileño enfrenta un creciente temor respecto a las posibles repercusiones que el caso de espionaje a las autoridades paraguayas podrÃa tener en las futuras negociaciones sobre Itaipú. La crisis bilateral paralizó las negociaciones del Anexo C, componente crucial del Tratado de Itaipú que regula los procesos financieros de la hidroeléctrica, donde el medio brasileño reconoce que "Brasil ya asume la mayor parte de los costos".
Las preocupaciones surgieron luego de conocerse que la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin) hackeó computadoras de miembros del Gobierno paraguayo en busca de información sobre los costos de Itaipú, durante las conversaciones por el nuevo precio de la tarifa energética. Este acto de espionaje cibernético habrÃa tenido lugar meses antes de que el Ejecutivo de Santiago Peña alcanzara un acuerdo tarifario con Brasil.
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De acuerdo a Folha, el impasse podrÃa empujar hacia una mayor presión para incrementar el costo de la energÃa proveniente de la usina binacional. El gobierno de Lula da Silva negó cualquier implicación en el caso y explicó que la operación fue autorizada bajo la administración de Jair Bolsonaro. Tras detectarla, Lula habrÃa encargado desactivarla.
Sin embargo, el impacto de las revelaciones ya se siente en el ámbito diplomático y en los acuerdos energéticos, lo que genera desconfianza en Asunción. En su primera reacción pública sobre el tema, Peña aseguró que el espionaje "abre viejas heridas", aludiendo a la histórica Guerra de la Triple Alianza (1864-1870).
"Esta herida histórica se convierte en un argumento recurrente en las negociaciones en torno a Itaipú", escribió la periodista Alexa Salomao. Los empresarios alineados a la industria, que dependen en gran medida de la energÃa que proporciona Itaipú, temen que el escándalo de espionaje sea utilizado como carta de negociación por parte de Paraguay.
Paulo Pedrosa, exmiembro del consejo de administración de Itaipú, señaló que los paraguayos son "hábiles negociadores en la defensa de sus intereses", según dijo al medio paulista. El descontento principal se centra en el sistema operativo pactado, altamente desventajoso para Brasil, que conlleva el congelamiento del Costo Unitario de Servicios de Electricidad (Cuse) en el tiempo, lo que impacta significativamente en las tarifas.
Los brasileños argumentan que en bajo este acuerdo el 80% de la factura es cubierto por ellos, sirviendo a los intereses del lado paraguayo. El canciller Rubén RamÃrez Lezcano se mostró este miércoles a favor de reiniciar las negociaciones cuanto antes y anunció que se reunirá con su par brasileño Mauro Vieira en Buenos Aires, en la previa de la cumbre de ministros de Exteriores del Mercosur.
"Estamos trabajando en todos los detalles, lo más importante es recibir una respuesta que luego vamos a evaluar. Los análisis internos se hacen por todas las vÃas", dijo Lezcano. La reunión entre los cancilleres de Paraguay y Brasil adquiere un carácter trascendental en la vÃspera de la cumbre.
En Paraguay también están pendientes de los avances investigativos en la etapa penal. Ayer martes, el canciller mantuvo un encuentro con la fiscal adjunta Matilde Moreno, la fiscal especializada en delitos informáticos Irma Llano y el fiscal de asuntos internacionales, Manuel Doldán.
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